Irlanda, la situación de un país basado en las TI

Uno de los países con mayor crecimiento económico de los últimos años en Europa ha sido la República de Irlanda. Este crecimiento espectacular, que ha sido motivo de estudio entre economistas de todo el mundo, estaba impulsado principalmente por el auge de las Nuevas Tecnologías, en un país en el que se han asentado numerosas empresas de hardware y software por las ventajas fiscales que proporcionaba el gobierno irlandés. Pero, ¿cómo ha afectado la ralentización económica a este país bautizado como El Tigre Celta, por su parecido crecimiento al de los Tigres Asiáticos?

En los últimos dos años, el acceso a Internet de los ciudadanos irlandeses se ha duplicado, según la consultora irlandesa Amárach Consulting. Para este año, Amárach estima que el mercado de comercio electrónico irlandés estará rondando los 127 millones de euros, y aumentará hasta los 330 millones en el año 2003. La consultora también ha cifrado que el 32 por ciento de los irlandeses adultos, unas 895.000 personas, utilizan habitualmente Internet, y aumentarán en los próximos años, aunque no a un ritmo tan alto como el de los últimos dos años. Se espera que en el 2003 sea el 43 por ciento de irlandeses que utilicen Internet habitualmente.

Sin embargo, a pesar de que todas estas cifras son positivas e indican una situación teóricamente favorable, la realidad económica es distinta.
Durante este año, Irlanda sufrirá una escasez de profesionales de las nuevas tecnologías, de alrededor de 3.300 personas, según una empresa especialista en recursos humanos. A menos que Irlanda invierta 165 millones de euros en formación, la falta de profesionales de las IT convertirá a Irlanda en uno de los mayores importadores de mano de obra especializada en tecnología del continente.

Esto da una idea de que el rápido crecimiento económico impulsado por las nuevas tecnologías, que se vivió en Irlanda desde 1997 hasta el 2000, no está tan sustentado como se pensaba. El propio gobierno ha impulsado un nuevo programa de protección de la industria de la nueva tecnología, en previsión de un desinflamiento de la economía irlandesa, demasiado fundamentada en el sector de las nuevas tecnologías.

En un informe de principios de año, la Agencia de Desarrollo Industrial predecía que el año 2001 sería de menor crecimiento económico que el 2000, un año en el que se crearon cerca de 10.000 nuevos puestos de trabajo en empresas del sector, y se realizaron importantes inversiones, como la de Intel en la planta de Kildare, por valor de 2 billones de dólares.

Sin embargo, la carencia de profesionales especializados, y la concentración de empresas en unas cuantas zonas industriales del país (Dublín, Cork, Limerick y Galway), parece hacer peligrar el desarrollo continuado de un modelo económico que hasta ese momento había triunfado en Irlanda, y había servido de ejemplo para otros países. La necesidad de infraestructuras adecuadas en las áreas rurales es otro factor que demuestra el desequilibrio al que ha llegado Irlanda, con una población que mayoritariamente tiene acceso a Internet y es habitual usuaria en las zonas urbanas.

A pesar de la ralentización económica, Irlanda sigue siendo un país atractivo para las inversiones de empresas de tecnología de la información, por los incentivos del gobierno y un régimen fiscal favorable, pero con lagunas estructurales importantes, como una mano de obra no especializada y una distribución desigual de las infraestructuras.

www.europemedia.net



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