John Roese (Dell): “Vamos a entrar en el segundo año de la era de la IA”

Aprovechando que el 2023 llega a término, John Roese, Chief Technology Officer (CTO, por sus siglas en inglés) en Dell Technologies, hace balance del trabajo realizado los últimos doce meses y desgrana cuál será la estrategia tecnológica global de la compañía originaria de Round Rock (Texas). “Es una buena oportunidad para destilar nuestros pensamientos y considerar lo que va a ser el próximo año”, decía en un reducido encuentro con la prensa en el que ha podido estar presente ComputerWorld.

Una hoja de ruta articulada en base a cinco grandes bastiones entre los que destaca la inteligencia artificial (IA) generativa como actor protagonista.  “Este año todo ha girado en torno a la IA, y el año que viene también lo hará; sin embargo, no se limitará a los grandes modelos lingüísticos o a los servicios públicos de IA. Conllevará poner en práctica la IA en el borde; diversificar el parque de hardware, asegurarlo; y también entender que a largo plazo va a impulsar un cambio arquitectónico en todo el ecosistema de TI durante muchos, muchos años”.

“Vamos a entrar en el segundo año de la era de la IA”, aseguraba el ejecutivo; y esto es lo que Dell tiene previsto para entonces. Las claves, a continuación.

IA generativa: de la teoría a la práctica

Para Roese, el diálogo acerca de la IA generativa pasará, en 2024, de la teoría a la práctica; y se explica. “Lo que quiero decir es que hoy en día, la mayoría de la gente está hablando de IA generativa, están usando servicios públicos de IA generativa, una especie de IA casualmente abierta. Eso es muy interesante, pero lo que todavía no ha sucedido es la aplicación de la tecnología para transformar completamente las organizaciones y tener un impacto material”. Siendo sincero, aseguraba, “2023 ha sido un periodo para conocer la tecnología, no necesariamente para descubrir cómo usarla completamente, algo que ocurrirá en 2024”. Y en este sentido, insistía, “tenemos mucho trabajo que hacer”. A sus ojos, tendrá lugar una fase mucho más “compleja”, pero más “impactante”.

Durante el próximo año, las compañías continuarán experimentando con la IA generativa, pero centrarán la ejecución. “Las empresas no harán un centenar de proyectos de IA generativa, sino que llevarán a cabo unos pocos, muy específicos, y contribuirán con todos sus recursos para hacer que se repitan”. Esto, comenta, supone un gran cambio con respecto al presente, cuando se exploraba prácticamente a ciegas, cuando se probaba suerte. En este sentido, Dell ha identificado cuatro áreas estratégicas en las que se concentrarán de cara al próximo curso: la transformación de su proceso de venta, la transformación de su capacidad de servicio, la forma en que desarrollan el código y la forma en que gestionan el contenido. “Hemos elegido esas cuatro y estamos priorizando nuestros proyectos en torno a ellas porque creemos que son las que verdaderamente moverán la aguja para nosotros como organización”.

Tecnologías subyacentes

El responsable global de Tecnología de la firma dirigía el foco también hacia la necesidad de construir hardware avanzado para soportar los nuevos procesos; la ciberseguridad embebida a través de un enfoque zero trust con el fin de minimizar riesgos; el impulso al edge computing al entender que el nuevo año traerá consigo la aplicación práctica de la IA generativa en el borde y conllevará nuevos desafíos al situarse en el extremo donde se encuentran los datos; y, además, hacia la computación cuántica.

“La IA y la computación cuántica se entrelazarán”. Uno de los mayores retos que hay hoy en día tiene que ver con la intensidad necesaria para ejecutar modelos de IA generativa a gran escala, incluso para entrenarlos. “Requiere de una enorme capacidad de computación y puede que no tengamos suficiente energía en el mundo para hacer todo esto con los modelos de computación convencionales existentes”. Siguiendo esta misma línea, continuaba, “resulta que lo que hace interesante a la computación cuántica no es su capacidad de hacer matemáticas binarias, sino su capacidad de hacer un arte altamente paralelizado de lo posible a través de cada permutación, lo que efectivamente se traduce como computación probabilística”. “Así que si tienes un problema de computación probabilística, inevitablemente estas dos cosas se unirán”. En este contexto, su visión para el próximo año es que “empezaremos a conectar estas dos tecnologías correctamente”.

Con el punto de mira puesto en el mañana, Roese aseguraba que, “en algún momento dentro de los próximos, digamos, cinco años, habrá un día en que nos despertemos y alguien haya descubierto una manera comercialmente viable de aplicar la cuántica por debajo del ecosistema de la IA a escala. Esto acelerará el ecosistema de la IA en órdenes de magnitud en torno a ciertas tareas críticas. Y eso será, de hecho, un hito mayor que la propia revolución inicial de la IA generativa que tuvo lugar el pasado noviembre”.

Broche final

Recapitulando, el ejecutivo concluía que la IA se situará “en el centro del universo” en 2024; sin embargo, también habrá “grandes avances en otras tecnologías subyacentes”. “Pasaremos a la inferencia, tendremos nuevo hardware y nuevas capacidades en la cadena de suministro. Tendremos que llevar la IA generativa al mundo real; y para ello, necesitamos inferir allí donde están los datos; y para ello, tendremos que pensar realmente en cómo construimos nuestros entornos periféricos; y para ello, tendremos que definir cómo asegurarlos”. “En este escenario una de las cosas que les decimos a los clientes es que enfoques como la confianza cero son interesantes”.