Ocho de cada 10 empresas públicas globales ya implementan iniciativas de intercambio de datos
Una investigación desvela que aquellas organizaciones que lo han hecho están obteniendo, además, beneficios significativos como una experiencia del ciudadano mejorada y la puesta en marcha de políticas basadas en datos.
El informe Conectando los puntos: intercambio de datos en el sector público elaborado por Capgemini ha revelado que organizaciones públicas del todo el mundo están apostando por el intercambio de datos, reconociendo así la necesidad de un enfoque conjunto basado en datos como fórmula para dar respuesta a diversos retos. El informe no especifica cifras por países.
La pandemia ha sido un buen campo de ensayo para esto. La compartición de datos entre administraciones fue crucial para responder a los desafíos que planteó la inédita situación sanitaria.
Actualmente, de acuerdo con la investigación de la consultora, el 80% de las empresas públicas a nivel mundial ha comenzado a implementar iniciativas de intercambio de datos, seducidas por las bondades en términos de experiencia del ciudadano y elaboración de políticas más efectivas basadas en datos. En concreto, los ecosistemas de datos colabortivos están ayudando en áreas como la administración, la seguridad y la defensa, fiscalidad y aduanas y bienestar.
De las empresas que han desplegado estas iniciativas el 69% afirma haber mejorado las hojas de ruta de sostenibilidad y el Gobierno Abierto. Otra de las áreas optimizadas como consecuencia del uso de ecosistemas de datos ha sido el de la atención al ciudadano; el 81% afirma haber mejorado la participación al ser capaces de ofrecer una prestación más específica de los programas de bienestar para los más vulnerables y mejoras en seguridad pública.
El 74% han observado una mayor resistencia a ciberataques tras el despliegue de estos ecosistemas.
Las principales barreras de adopción son viejas conocidas: la confianza, la falta de competencias y la cultura basada en datos y la gestión de la privacidad de los mismos. Queda aún mucho camino por recorrer: sólo el 55% de las organizaciones declara haber formado a sus empleados sobre el uso ético de los datos de los ciudadanos.
