Centro de datos

"Sin centros de datos no hay transformación digital ni evolución tecnológica"

Emilio Díaz, nuevo presidente de Spain DC, desgrana los objetivos de una industria que aspira a convertirse en el tren de la economía digital en España.

Emilio Diaz, Spain Dc
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Mario Moreno/ Imagen: Juan Márquez

A pesar de ser joven, el sector del centro de datos se está destacando como el corazón de la industria digital. Todo lo que sucede en nuestros dispositivos se ejecuta allí, afirma Emilio Díaz, nuevo presidente de Spain DC (Asociación Española de Data Centers). El también CEO de Nabiax, empresa de colocation, acaba de recoger las riendas de la organización –de mano de Ignacio Velilla– nacida en 2021 y que cuenta ya con más de 140 socios para dar voz común a las necesidades de una industria que espera una inversión de unos 8.000 millones de euros hasta 2026. Dicho montante, dice, generará unos 3.000 puestos de empleos directos con hasta 140 perfiles distintos para consolidar al país como hub europeo de interconexión del sur de Europa. Pero, durante este tiempo, el directivo se marca los objetivos de continuar divulgando su actividad de cara a la sociedad y de tener mayor representación en los estamentos políticos y legislativos. "Somos una infraestructura básica que permitimos que el ecosistema digital se desarrolle", expresa. 

 

¿Qué objetivos se marca para apuntalar el crecimiento de la asociación?

He participado desde el principio de la formación de la asociación como vicepresidente. Se ha hecho un trabajo excelente en estos años, con unos 140 socios que la representan perfectamente; desde las empresas de colocation hasta las ingenierías que nos dan servicio y fabricantes de productos que utilizamos dentro de los centro de datos. Afrontamos esta nueva etapa con un equipo con algunas incorporaciones razonables y refuerzos, aumentamos una vicepresidencia y un tesorero para dar una mayor cobertura a nuestras actividades.

 

¿Qué influencia está ganando Spain DC con respecto a las administraciones públicas?

Es un sector relativamente nuevo, con un crecimiento bastante importante en los últimos años, y por tanto, todavía no muy representado dentro de los distintos estamentos políticos y legislativos. Hay que tener una mayor influencia en la regulación, que debe ser específica por nuestra idiosincrasia. Y no solo a nivel de Gobierno central, sino que hay muchas Comunidades Autónomas que interceden en determinadas autorizaciones o permisos que nos permiten desarrollarnos. Y también en organismos más locales que nos permiten implantarnos. Un primer objetivo es tener una mayor representación como sector en todos estos estamentos políticos. Pero también es importante que la sociedad conozca el alcance de un centro de datos. Nos gusta contar que todo lo que hacemos en el día a día con nuestros dispositivos se ejecuta en ellos. Esto es muy importante; sin data centers no hay transformación digital ni evolución tecnológica. El centro de datos es una infraestructura básica que permite que todo el ecosistema digital se desarrolle. Queremos que se nos conozca como un sector pujante y necesario.

 

Pero, ¿ya entienden y ayudan las administraciones públicas las necesidades del sector, por ejemplo, en temas de fiscalidad?

La relación es fluida. Estamos incidiendo, no tanto en subvencionar la industria, sino en que se ayude a su crecimiento. Y esto se hace desde la disponibilidad de suelo, algo que es competencia de los gobiernos locales y ayuntamientos, y haciendo que el trámite con las Comunidades Autónomas en términos de medio ambiente se agilicen. Solemos encontrar buenas respuestas, las soluciones no son tan rápidas como desearíamos, pero entiendo que son también decisiones complejas.

 

Otro objetivo que está en juego es ser el hub de interconexión del sur de Europa.

Esto ya es un hecho y lo avalan razones como la llegada de cables submarinos a nuestras costas. Tenemos una posición entre América, África, Medio Oriente y Europa, y la elección de España como ese punto es lógica y está consolidada. Tenemos todo a favor, y por supuesto, hay retos que tenemos que superar, como el acceso a la potencia eléctrica que necesitamos para el correcto desarrollo de nuestra industria. La inversión y el talento están disponibles y lo que necesitamos es poder acceder, en dos o tres años, a la energía. En el futuro, España va a ser, si no lo es ya, una pieza clave en energía limpia, que nos va a hacer más relevantes con respecto a nuestros competidores. Todo esto va a ser clave para quien cambia la demanda, que en un país como este es la llegada de los hiperescalares, con su despliegue e implantación en las ciudades. Esto cambia totalmente la dimensión del mercado. Vienen con plazos razonables, pero nos enfrentemos a una regulación que, en términos de potencia, tiene planes a cinco años. Nadie es capaz de esperar tanto. La tecnología evoluciona mucho más rápido y las infraestructuras que le dan servicio, como los centros de datos, deben hacerlo a la misma velocidad. Este es el principal reto que tenemos, junto a la disponibilidad de talento, que es de calidad, pero escaso. Necesitamos universitarios de carreras técnicas, más ahora con la inteligencia artificial (IA), que va a demandar gente más cualificada para la actividad que desarrollamos y el ecosistema que se genera alrededor de la implementación de un data center.

Para los dos o tres años que tenemos por delante en la nueva junta directiva tenemos los objetivos muy claros y alcanzables para hacer un mejor sector para el futuro y para España. Esperamos inversiones muy grandes de entre 6.000 y 8.000 millones de euros para los próximos cinco años que tendrán una repercusión en el PIB. De momento, muy concentradas en determinadas zonas del país, pero que evolucionarán a implantarnos en el resto del territorio nacional.

 

"Nos enfrentemos a una regulación que, en términos de potencia, tiene planes a cinco años. Y, nadie es capaz de esperar tanto"

 

 

El sector quiere pasar de 100 a 600 MW para 2026. ¿Esto es posible?

Estamos en el camino, crecemos cada año a dos dígitos y esperamos seguir ese ritmo siempre que tengamos acceso a la potencia de una manera racional. Seguimos creyendo en el objetivo, estamos lejos de países de Europa como los FLAP (Frankfurt, Londres, Ámsterdam y París), que siguen creciendo. Pero estaremos en una cifra comparable. Sin centros de datos en el país no hay soberanía del dato ni transformación digital. Los países con más desarrollo de data centers exportan más servicios. Y, por tanto, como industria, y como país, deberíamos forzar a que se pueda cumplir esa cifra.

 

¿España está cambiando su concepción económica hacia las energías limpias?

Es cierto. Pero, es imposible que un centro de datos se pueda nutrir solo de energía solar, porque trabaja 24/7. Un parque fotovoltaico puede llegar a cubrir unas ocho horas más o menos, unas 2.000 al año. Si le incorporas baterías puede dar otras tres horas diarias, pero necesitamos más. Aunque, esto sería ya increíble porque abarata los costes. El principal driver de costes de un data center es la energía. Tampoco esto resuelve el problema de acceso, porque necesitas estar conectado a una red de transporte o de distribución para el resto del día. Pero es cierto que contar con una energía barata puede transformar el sector. A lo mejor se pueden concentrar actividades solo en el periodo solar.

 

¿Cómo va a repercutir la inversión directa, que ha citado, de 8.000 millones de euros de aquí a 2026?

Entendemos que para llegar a los 600MW hace falta una cifra en torno a los 8.000 millones de inversión. Básicamente se distribuyen en la construcción de los campus. Si hablamos de coste, lo hacemos de terrenos, de ingenierías para el diseño, empresas constructoras y equipamientos. Es decir, se aterriza en infraestructuras modernas y sostenibles. Como queda tanto por hacer, nos gusta contar que nuestro sector es nativo sostenible. Es decir, las instalaciones han crecido mucho en los últimos cuatro años y se han utilizado las últimas tendencias en sostenibilidad, algo que seguirá siendo así en el futuro. Somos muy dependientes de la evolución tecnológica de nuestros proveedores. Su innovación es la que nosotros queremos utilizar en estas nuevas inversiones, que sin duda multiplican por cinco lo hecho hasta ahora. Por otra parte, hablamos también de la creación de unos 3.000 puestos directos de trabajo y cinco o seis veces más de manera indirecta durante la fase de construcción.

 

¿Cómo se encuentran perfiles para una demanda tan grande en el mercado?

Todos, como asociación y empresas individuales, estamos llegando a acuerdos con universidades. Desde Spain DC proyectamos becas anuales para tener ingenieros con especialidades en centros de datos, y en las propias universidades estamos creando cátedras y ramas específicas. Encontramos mucha receptividad. Incluso bajamos a la educación primaria para que se entienda el mundo del data center desde que somos pequeños. También tenemos empeño en fomentar el empleo femenino. Hay compañías en las que tenemos términos de financiación asociados a la igualdad de género. Ese es nuestro compromiso.

 

Volviendo a la sostenibilidad, incide mucho en la importancia de lo divulgativo, pero el sector, y también la industria de Internet, no parece quitarse de encima el mantra general de que es contaminante.

Es una situación totalmente injusta. Como decía, nacemos en un entorno en el que la sostenibilidad ya es muy importante. Sí, consumimos energía, y algunos centros de datos consumen agua, otros no. Tenemos diversidad de tecnologías, como tantos otros sectores, y no son ni mejores ni peores que otras, son diferentes. Creemos que la divulgación es un punto para que la gente entienda la importancia del data center. Por ejemplo, un autobús es muy contaminante. Pero, si pensamos en las personas que lleva dentro, entendemos que si cada una de ellas fuese en su coche habría mucha más contaminación. Esto se puede transportar a un centro de datos. Lo que es ineficiente es tener 70 centros de datos dispersos por la geografía nacional y no uno grande que aglutine todo con la mejor tecnología y la sostenibilidad por bandera. Por eso, queremos decir que el bien que hace un data center a la sociedad no es comparable a la contaminación que pueda estar produciendo. En España, todas las compañías que formamos parte de la asociación en el ámbito de colocation trabajamos solo con energía limpia.

 

 

 

"El sector del centro de datos es nativo sostenible"

 

 

 

Al respecto, ¿hay unos objetivos comunes que marca Spain DC para sus empresas?

No, sería muy difícil. Se van a poner en marcha normativas europeas que nos van a obligar a recorrer ese camino de eficiencia energética. Por tanto, como asociación sería difícil plantear que solo entras si cumples determinados porcentajes de PUE (Power Usage Efectiveness). Sí hacemos recomendaciones y damos consejos de cómo poder estar ahí y de las tendencias que vienen y tenemos que cumplir.

 

Ha hablado de la importancia, como elemento diferencial para la economía, de la soberanía del dato. Sin embargo, ¿esta la aporta que la información resida en el país o la nacionalidad del proveedor?

Es mejor que esté el dato con nosotros. Los principales jugadores cloud son americanos o asiáticos, y no tenemos ninguna nube pública europea. Al menos, que tengamos el dato, que esté en nuestras fronteras, en el país de origen.

 

¿Cómo va a cambiar al sector la llegada de la IA generativa?

Es un elemento disruptivo, para todos. La industria todavía no sabe dónde puede llegar.Pero ya hay un uso en todo lo que tiene que ver con hacer más eficientes las instalaciones, los sistemas de gestión y predicción del mantenimiento… Y nuestros clientes nos hablan de cantidades gigantes de información que van a necesitar. Para mí, la IA nos va a transformar en varios aspectos. Lo primero, en potencia necesaria por RAC para procesar. Si hoy hablamos de unos 10KV, estaremos en 40 por RAC. Esto hace diseñar los centros de datos de una manera diferente. También, de cantidades mucho más grandes de demanda de las que podíamos hablar de ahora en actividades como la nube. Y, esto podrá llevar a una dispersión geográfica diferente. Hasta ahora, a nivel mundial, los centros de datos se concentran en ubicaciones muy concretas. En España se ha decidido Madrid, Barcelona y, quizás, Bilbao. Pero la IA va a hacer que haya una dispersión mayor en todo el territorio nacional. Y esto es bueno, porque tenemos un problema de distribución y transporte de energía.

 

Por último, ¿se puede concluir que España no ha perdido el tren en este sector?

No lo ha perdido. Estamos subidos, pero hay que incrementar la velocidad. Y no dependemos de nosotros solos. La industria la comprendemos todo tipo de compañías y todos coincidimos en que España siempre está en el ‘Top 3’ de Europa para invertir. Necesitamos de ayuda de la sociedad y del mundo de la distribución eléctrica y político, pero creo que es tan lógico lo que tenemos que hacer que estoy convencido de que lo vamos a conseguir.



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