Cloud Computing

Cómo construir una perfecta hoja de ruta en nuestro viaje hacia la nube

El camino hacia la nube no está exento de riesgos y desafíos. Sin embargo, las empresas son cada vez más conscientes de que ya no es una opción, sino la palanca imprescindible para acelerar el ritmo y adaptarse a los tiempos que nos lleva el mercado.

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Créditos: Pop Zebra (Unsplash).

Las empresas que aspiran a ser líderes a largo plazo deben dejar de ver la nube como un servicio externo y pensar en ella como "el lugar donde vivimos, crecemos y hacemos negocios". Conscientes de esta realidad, organizaciones de todo el mundo, independientemente de su tamaño y sector de actividad, están llevando a cabo esta migración. ¿Las razones? Una de las principales es la reducción de costes, aunque no es la única. 

Migrar hacia el modelo cloud no es una opción, por lo que las compañías saben que deben hacer el viaje de la forma más rápida posible, reduciendo los riesgos y los niveles de interrupción del negocio. Eso sí, antes de emprender el camino, es importante tener en cuenta que el proceso afecta a todos los aspectos de una empresa y su ecosistema.

No se trata solo de un viaje tecnológico. Sea cual sea la naturaleza del negocio, el sector o la región en la que se encuentre, la realidad es que la nube lo cambia prácticamente todo. Uno de los principales cambios se da en el estilo de gestión, siendo necesario pensar diferente desde el más alto nivel de la organización. Esto comienza con el personal de dirección y tiene que llegar hasta las bases, realizando un cambio completo de mentalidad y actitudes como requisito básico para que la transición sea un éxito. Otra de las transformaciones que se producen en este recorrido es la relación con los clientes. Al fin y al cabo, una de las principales razones para pasarse a la nube es ser más competitivo en el mercado, por lo que cuanto antes se empiece a afrontar que el contacto con el cliente, los canales y las relaciones pueden desarrollarse en cloud, mejor. Por último, la adopción de la nube también cambiará significativamente otros elementos cruciales de la compañía como las cadenas de suministro, con cambios potencialmente radicales en la gestión de compras y logística.

 

La necesidad de una hoja de ruta

La prioridad de toda gran organización no es simplemente acelerar su paso a cloud sin asumir riesgos innecesarios, sino encontrar formas de identificar y rentabilizar los beneficios en el camino. Para ello, la solución es empezar a utilizar aplicaciones y servicios nativos de la nube capaces de generar ingresos adicionales que ayuden a pagar los costes de la migración, a la vez que se adquiere una mejor posición a largo plazo ¿Cómo podemos hacer esto realidad? La respuesta es fácil, desarrollando una hoja de ruta con diferentes componentes: un análisis claro del punto de partida que permita definir las prioridades y establecer los pasos de migración que llevarán a la organización del estado actual al futuro; el desarrollo de objetivos claros para las relaciones comerciales con el principal proveedor, lo que implicará analizar los posibles descuentos por servicios, acuerdos de consumo y métodos para reducir la latencia definiendo ubicaciones para el alojamiento de componentes informáticos específicos; un análisis, lo más profundo posible, de cómo debe cambiar la gestión de personal y las prácticas de trabajo; la identificación de los riesgos de la forma más profunda posible; y la construcción de un plan específico en el que se identifiquen todos los beneficios disponibles. 

Llegados a este punto, es importante no dejar atrás a las personas. Por norma general, la dimensión humana del cambio suele estar infravalorada, por lo que muchos programas resultan ser un fracaso. Migrar a la nube es un proceso de cambio. Es más, en la nube, las nuevas opciones se vuelven posibles y las antiguas se vuelven inapropiadas, por lo que la hoja de ruta ha de ir ligada a una transformación corporativa y, sobre todo, cultural, lo que implica un enfoque de adaptación al cambio: la capacidad de situar los programas de mejora continua en el centro de todo lo que se hace y aceptar la realidad del cambio constante como una forma de vida futura. 

 

Riesgos

Las empresas que se sumergen en este viaje entran en un territorio desconocido en muchos sentidos, y eso conlleva nuevos tipos de riesgo. Uno de los principales es la continuidad de la empresa. Aunque es un riesgo muy identificado y de fácil gestión, al menos cuando se trata de un entorno de TI estable, cuando hablamos de grandes elementos tecnológicos en proceso de cambio, el asunto se vuelve más complejo. En un principio, las empresas tendrán que mantener tanto los entornos heredados como los futuros entornos totalmente operativos durante la transición. Además, el plan de continuidad del negocio tendrá que actualizarse constantemente para garantizar que los componentes están respaldados en las ubicaciones más apropiadas y que los sistemas sigan funcionando sin interrupción, incluso si hay dificultades en alguna etapa. 

El riesgo tecnológico es otro factor a tener en cuenta. La migración a la nube supone pasar a un nuevo escenario. Eso significa que los marcos, sistemas y, en algunos casos, las aplicaciones desaparecerán y serán reemplazadas, algo prioritario debido a que se puede conseguir un gran ahorro de costes mediante el abandono de licencias y la simplificación de las herramientas.  

Por último, uno de los aspectos más interesantes de la nube es que permite un desarrollo más rápido de nuevas ofertas y productos, así como soluciones más creativas. Sin embargo, hay riesgos incluidos en esta nueva forma de trabajar ya que la nube facilita el acceso a los mercados globales, pero estos pueden aplicar regímenes jurídicos muy diferentes que hay que entender. 

 

Una empresa, un viaje

La estrategia y la hoja de ruta para llevar a cabo esta migración no pueden ser un elemento estándar. Cada organización parte de un lugar diferente y sigue un camino distinto, por lo que cada viaje será único. Eso sí. Es importante tener en cuenta que la nube no es un punto final: es un entorno muy dinámico, sujeto a un cambio evolutivo continuo y a menudo muy imprevisible. 

Por ello, este recorrido es un proceso mental, incluso psicológico, además de tecnológico y organizativo en el que hay que entender las diferentes etapas, establecer las expectativas a un nivel realista y estar muy preparado para los retos que hay que afrontar. 

En este contexto tan complejo, es fundamental contar con un compañero de viaje capaz de establecer todos los procesos y cambios necesarios para llegar con éxito a la meta. NTT DATA es uno de los líderes tecnológicos que está definiendo y redefiniendo el alcance y el potencial de la nube. Su experiencia en TI, ingeniería y telecomunicaciones les da una posición privilegiada para convertirse en el socio perfecto de cualquier organización. Porque, no se trata solo de consultoría, se trata de creatividad, amplitud de capacidades y un ecosistema sólido.

 

Para más información sobre cómo construir una hoja de ruta en el cambio hacia la nube, descargue el ebook “Journey to cloud. Building a roadmap to cloud” 

 

 

 

 

 

 

Contenido elaborado en colaboración con Everis, compañía de NTT Data

 

 



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