El 67% de las empresas ha integrado o integrará la facturación electrónica

A pesar de que la mayoría de las organizaciones envían, reciben y procesan facturas en formato digital, muchos procesos siguen siendo manuales. Además, los silos y formatos inadecuados dificultan sacar el máximo partido a herramientas tecnológicas que agilizan y optimizan significativamente el trabajo de los departamentos financieros.

La facturación electrónica es la respuesta a los principales retos a los que se enfrenta el departamento financiero. Un estudio realizado recientemente por IDG y que ha encuestado a más de 150 directores financieros ha concluido que su integración tiene impactos positivos en los procesos internos y externos y las empresas soy muy conscientes; el 40% de los encuestados ya lo ha hecho y el 27% lo hará en los próximos meses.

Aunque la cifra es positiva, lo cierto es que un porcentaje elevado no aprovecha todas las bondades que propone este modelo. Apenas un 53% de las compañías utilizan integraciones en las que las facturas se generan y envían de forma automática en formato digital para procesarse en sistemas de back-end. Muchas de ellas aún deben manejar algunas facturas en formato PDF.

La integración completa de la facturación electrónica utilizando formatos XML o EDI y la integración directa con sistemas back-end tiene numerosas ventajas que impactan directamente en la productividad de los departamentos y en los resultados de las compañías.

En concreto, se agilizan las entregas y reduce a segundos los tiempos de recepción de facturas, que además están verificadas; se reducen los errores, al disminuir las tareas manuales; se pueden etiquetar y rastrear de manera fiable evitando extravíos; se reducen los costes de almacenamiento, gestión y recuperación; se permiten los pagos automáticos y por último, se optimiza el cumplimiento gracias a herramientas como el cálculo automático de impuestos como el IVA o la búsqueda rápida.

Puede descargarse el estudio aquí

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