En 2016 se fabricarán más de 12 millones de coches conectados
Gartner prevé que la producción de automóviles nuevos equipados con conectividad de datos alcance llegue a los 61 millones en 2020

Un coche conectado es un automóvil capaz de comunicar inalámbricamente de forma bidireccional con una red externa con el fin de ofrecer contenidos y servicios digitales. Esto permite la monitorización y el control remoto, o la gestión de los sistemas a bordo de vehículos. Así lo define Gartner, quien cree que esta tecnología creará oportunidades a los fabricantes de automóviles para generar ganancias postventa a través de la venta de servicios adicionales y actualizaciones de las funciones.
"Los vehículos conectados continuarán generando nuevos productos y servicios innovadores, crearán nuevas empresas, permitirán nuevas propuestas de valor y modelos de negocio, e introducirán la nueva era de la movilidad inteligente”, dijo James Hines, director de investigación de Gartner. Y es que, esta empresa prevé que la industria alcanzará 12.400 millones en 2016 y que aumentará a 61.000 millones en 2020.
Los analistas también predicen que las futuras aplicaciones de los vehículos conectados impulsarán un aumento del 150% de la demanda de información contextual, como la detección de imágenes y de geolocalización, a partir de 2016 hasta 2020. Además, para llegar a ser más automatizados, los coches requerirán tener un 5% más funciones de procesamiento embebidas cada año. Las funciones automatizadas de conducción, así como el control de la velocidad de crucero, la prevención de colisiones y los sistemas de advertencia de abandono del carril, precisarán una cámara a tiempo real, un sensor que procese los datos y un reconocedor de patrones.
Con esta información, Gartner concluye que la producción de vehículos conectados crecerá rápidamente en los mercados emergentes automovilísticos.