"Estamos ante gran una revolución digital; una oportunidad única que como país no nos podemos perder"

María José Marzal/ Vídeo: Juan Márquez

Se cumple ya un año desde el inicio de la pandemia y los proyectos de digitalización han experimentado un significativo incremento. Las empresas se han apoyado en la tecnología no ya para continuar con la operación, sino para ser capaces de posicionarse en el nuevo escenario en el que Cisco, según nos comenta su director general, pasa por la automatización.
Y es que los proyectos de transformación digital  se han acelerado notablemente. Las empresas son conscientes de que sin la tecnología su supervivencia en el nuevo escenario queda cuestionada. Empresas como Cisco entienden que su reto pasa por la responsabilidad de liderar ese gran cambio.

Se acaba de rebasar el primer año de la pandemia de covid. Un periodo en el cual los proyectos de transformación digital se han acelerado notablemente. ¿Cuáles están siendo las demandas de las organizaciones a una empresa como Cisco?

Lo que estamos percibiendo es que tanto los CEO como los CIO están buscando socios en los que puedan confiar para abordar una transformación digital con garantías. Creo que en la pandemia hemos demostrado nuestra eficacia y eficiencia a la hora de gestionar volúmenes muy importantes de información. Y en cuanto a las demandas, las tendencias son conexión, securización y automatización. Respecto a esto último, hay que entender que la única solución para gestionar la creciente complejidad de este entorno y el incremento de la velocidad de conexión, pasa por la automatización.

Superado el primer año, ¿cómo están comportándose las empresas ante una recuperación y un cambio de ciclo?

Lo que estamos constatando es una recuperación económica de tipo inclusivo, que supone que uno de los grandes desafíos y oportunidades de esta revolución digital, pasa porque muchas más personas pasen a formar parte de este nuevo escenario que se está gestando. Algo que hasta ahora era casi imposible debido a motivos geográficos, familiares —por la necesidad de conciliar—, económicas o por capacitación. Sin duda alguna, se van a  romper muchas brechas y muchos paradigmas.  Por otro lado, y desde un punto de vista más subjetivo, estoy detectando una gran ilusión, mucho trabajo en equipo y muchas personas determinadas a construir un nuevo escenario. Podemos cambiar el mundo a través de la tecnología y todos los paradigmas que se han roto van a aflorar un mundo altamente eficiente apoyado en una tecnología inclusiva.

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