El futuro de la movilidad se encuentra en 4G

E l crecimiento imparable del tráfico móvil de datos y la demanda de más capacidad y velocidad por parte de los usuarios, tanto residenciales como empresariales, está obligando a la industria a actualizar y mejorar sus servicios con nuevas tecnologías de cuarta generación que permitan el acceso y disfrute de todo tipo de contenidos y aplicaciones con altos niveles de calidad y fiabilidad, y una buena experiencia de usuario.
La llegada de 4G, con WiMAX y LTE (Long Term Evolution) como exponentes, ha sido precedida por el despliegue de soluciones móviles de alta velocidad como HSPA y su variante evolucionada HSPA+, que proporciona velocidades máximas de 42 Mbps y promete hasta 84 Mbps. HSPA+ se ha convertido en el puente de migración entre 3G y 4G a la espera de que el ecosistema y el espectro se concreten. Y, aún así, tendrá que convivir algunos años con las futuras redes LTE.
En 2010 había 294 redes HSPA operativas, implantadas en 123 países, de las que 183 soportaban velocidades de datos superiores a 3,6 Mbps; y 37 redes HSPA+ con velocidades de hasta 21 Mbps.

LTE será el vencedor
WiMAX y LTE son las dos alternativas existentes a día de hoy en el entorno de la cuarta generación. La batalla entre ambas por el protagonismo en 4G sigue vigente aunque el final está cada vez más claro, con LTE como vencedor. Esto no significa que WiMAX vaya a desaparecer y prueba de ello es que durante 2010 el número de abonados a servicios WiMAX se incrementó en 2,3 millones hasta sumar en el primer trimestre una cifra de 7,2 millones. El predominio de LTE frente a WiMAX se ha debido sobre todo al apoyo de los grandes operadores, como los norteamericanos Verizon y AT&T, así como de todo el mundo GSM. Sin embargo, a día de hoy, la realidad es que WiMAX supera a LTE en cuanto a disponibilidad. Ante la amenaza de su competidor, WiMAX ha respondido con una versión mejorada (802.16m) que se presenta coma una posible base al estándar TD-LTE.
WIMAX está siendo utilizado principalmente con instalaciones de cliente de exterior en zonas rurales y suburbanas o países donde el par de cobre no garantiza la prestación de servicios de acceso de banda ancha como ADSL. También es una alternativa para operadores que empiezan la prestación del servicio desde cero. Por otra parte, la amplia disponibilidad de terminales desarrollados con esta tecnología, que no tiene LTE, puede convertirla en una opción para el acceso inalámbrico WI-FI.
Por su parte, LTE está empezando a cobrar forma como alternativa 4G real para acelerar su presencia comercial a escala mundial. El primer lanzamiento comercial se realizó a finales de 2009 en Estocolmo y Oslo de la mano de TeliaSonera, y se espera que en 2015, 226,7 millones de clientes de los 25 principales operadores comprometidos con LTE utilizarán dispositivos duales 3G/4G.
LTE incrementa el ancho de banda y la capacidad de la red, al tiempo que reduce la latencia, un elemento crítico para algunas aplicaciones como, por ejemplo, las de juegos online. Su arquitectura ALL-IP simplifica y reduce la necesidad de equipamiento, con la consiguiente reducción de costes de mantenimiento y de energía y, por lo tanto, del coste total de propiedad.

El camino de la evolución
En el camino de evolución de LTE ha hecho su aparición LTE-Advanced, que está siendo estandarizado por 3GPP como una mejora del estándar actual. LTE-Advanced incluirá características como roaming global, compatibilidad de servicios, interoperabilidad con otros sistemas de acceso de radio y velocidades máximas de datos mejoradas para soportar servicios avanzados y aplicaciones. El objetivo del estándar es cumplir con los requisitos del IMT Advanced definido por la UIT para tecnologías 4G, que establece velocidades de 100 Mbps en alta movilidad y 1 Gbps en baja movilidad.