'Blockchain' podría ser la tecnología 'omnipresente' para 2025

El informe, bajo el título “Does blockchain hold the key to a new age of supply chain transparency and trust?”, que presenta una visión de conjunto de las empresas y los territorios que están impulsando sus capacidades para la implantación de blockchain, asegura que para dentro de siete años, esta tecnología será la habitual en las operaciones de las cadenas de suministro, frente al 3% de las empresas que ya la han implantado totalmente a día de hoy. El 10% la ha adoptado como proyecto piloto y el 87% restante está en las primeras etapas de experimentación.

De hecho, el 60% considera que esta tecnología ya está transformando la forma en que colaboran con otras empresas. ¿Las razones principales? Ahorro de costes según el 89% de los encuestados, una mejor capacidad de seguimiento, opina el 81% y una mayor transparencia, según el 79%. También destacaron que permite transmitir información con mayor seguridad, rapidez y transparencia, y puede aplicarse a funciones críticas de la cadena de suministro, desde el seguimiento de la producción a la vigilancia de las cadenas de alimentación, garantizando el cumplimiento del marco normativo.

“Existen casos de uso realmente apasionantes en el mercado que nos muestran los beneficios de la blockchain para mejorar la cadena de suministro, pero esta tecnología no es una solución universal para todos los retos de una organización”, aseveró Sudhir Pai, responsable de Tecnología de Servicios Financieros de Capgemin. “Todavía no se ha cuantificado el rendimiento, y los modelos y procesos de negocio deben ser rediseñados para su adopción. Se necesitan alianzas efectivas a lo largo de la cadena de suministro que configuren una estrategia tecnológica en forma de ecosistema, que integre la implantación de otras tecnologías, para que pueda materializarse todo su potencial”.

Según informes anteriores, blockchain vivirá diferentes etapas, Capgemini determina que la etapa de experimentación finalizará en 2020, con el desarrollo de pruebas de concepto y para 2025 llegará su punto de maduración, tras un periodo en el que las organizaciones se habrán ido implicando cada vez más en los procesos de cambio e integración, estableciendo políticas para la protección y la gestión de datos.