Cuando la experiencia no es un grado

Un veterano profesional informático al que acaban de despedir se pregunta: ¿Por qué?

Un día, a última hora, el jefe de su jefe le envía una invitación a través de una secretaria. "No se vaya esta noche sin verme." Aparecen varios guardias de seguridad. Uno a uno, sus compañeros, incluido su jefe, son llamados a la oficina. Usted se sienta ante el gran jefe y un subordinado del departamento de personal, que le entrega un sobre...

Todos hemos pasado por una recesión, en la que las grandes compañías sufren los resultados de la competencia extranjera No obstante, hoy está de moda suprimir porciones de compañías en recuperación y que producen beneficios, para obtener unos beneficios aún mayores. A Wall Street le encanta todo esto. Una gran compañía de seguros despide a 5.000 empleados, y sus acciones suben. Una importante compañía petrolífera da de baja a 5.000 empleados, y sus acciones aumentan de valor. Dos grandes bancos se fusionan, prescinden de la mitad de sus empleados, y sus acciones se revalorizan. No se trata de nada personal; simplemente, negocio.

Señales

Usted se siente estúpido. ¿Cómo puede haber dejado que esto suceda? ¿Por qué no vio a tiempo las señales premonitorias?

Algunas de las señales estaban bien visibles. Usted tiene probablemente más de 40 años. Ha trabajado duro para la compañía, ha recibido aumentos de sueldo y bonificaciones. En la mayoría de los casos, se trata de una persona con más de 10 años en la empresa. Sin embargo, en su actividad diaria, observa que nadie le pregunta sobre nuevas tecnologías ni nuevas misiones. Usted se concentra en mantener el entorno en el que trabajaba al entrar en la compañía. Todo está bien, de todas formas, ya que usted se considera indispensable, y no le da mayor importancia.

También observa que no recibe formación en nueva tecnología. Esto tampoco le preocupa, ya que de todas maneras está demasiado ocupado. Son los nuevos empleados los que necesitan aprender; ellos no tienen que introducir cambios en el sistema como consecuencia de reglamentaciones oficiales o de una nueva fusión con otra compañía.

Si esto le suena familiar, comience a preocuparse. Es un esquema que se repite por todas partes. Lo que usted aprendió hace cinco años apenas tiene valor ahora. La mayor parte de la nueva e interesante tecnología tiene menos de cuatro años. A nadie le importa lo que usted sabe sobre Cobol en un ordenador Digital PDP-11. (Esto no supone una descortesía hacia Ken Olsen, quien, por cierto, tampoco está ya donde estaba).

Si usted observa que le dejan fuera de reuniones en las que se adoptan decisiones importantes, que le pasan por alto cuando planifican actividades de formación, y que le mueven por todo el organigrama de la compañía como un mueble, tenga cuidado.

Piense en sí mismo

Lo que usted ha hecho, por lo menos durante los últimos años, es haberse considerado protegido por unos valores que no existían. Usted pensaba que tenía que hacer esto por la compañía o por el departamento. ¿Es que no se le reconocían los méritos con unas palmadas en la espalda, un diploma, o incluso una bonificación? ¿No valió la pena no haber asistido a la graduación de su hijo para introducir a tiempo aquel cambio en el sistema? No sólo recibió una mención honorífica, sino que el jefe de su jefe (el que le va a despedir dentro de poco) recibió un ascenso por su buena gestión. Seguro que estará al lado de usted para ayudarle.

Usted empleó todo su tiempo preocupándose por sus planes, plazos, proyectos y compromisos. Pero nada de eso era realmente suyo. Lo que olvidó fue pensar en sí mismo.

Muy pocos de sus compañeros levantarán un dedo para ayudarle, no importa las veces que haya tomado café con ellos las noches del viernes después del trabajo. La mayoría de ellos le darán la espalda. Si pide algo, serán amables y corteses una vez, posiblemente dos, pero después querrán continuar con sus vidas. Puede oir cómo la frialdad y la dureza penetran en sus voces y sentir el lenguaje corporal detectable de manera evidente a través de la distancia electrónica. Es posible que no lo digan, pero tienen un susto de muerte. Se les ha dicho a todos que los despidos tendrían lugar sólo una vez, pero ninguno lo cree.

¿Y todo el excelente trabajo que usted ha realizado? Sus esfuerzos son rápidamente olvidados. Después de todo, ¿no trastocó usted aquella función en una ocasión, retrasando un proyecto importante? ¿Y no falló su programa unas cuantas veces a las tres de la mañana?

En la compañía, las recepcionistas dirán durante un mes aproximadamente, "Ya no trabaja aquí", pero después de un tiempo llegará una recepcionista que nunca ha oído hablar de usted. Durante un mes o dos, usted será historia; después, el olvido.

Lealtad

La lealtad es un rasgo muy humano, pero usted debe preguntarse, "¿Lealtad a quién?". Incluso las grandes compañías, como IBM, con largas tradiciones de mantener el personal en tiempos buenos y difíciles, han estado despidiendo empleados. El antiguo concepto de "todo por la compañía" deberá apagarse en su alma, o será usted el que sufra y no la compañía.

Deberá comenzar a preocuparse por sí mismo, valorando en qué empresa se encuentra, lo que tiene para "vender", y quién está adquiriendo sus servicios. Deberá negociar una estrategia en la que su compañía actual le mantenga al día en tecnología de la información, y no conformarse sólo con ser popular en su compañía.

Demande la parte que le corresponde en formación. Posiblemente necesitará unirse a otros que se encuentren en su misma situación, para conseguir un mayor poder colectivo. Asegúrese de que la Dirección senior y el departamento de recursos humanos conocen la distribución desigual que existe en las actividades de formación, especialmente en lo que afecta a un grupo de determinada edad. Compruebe que saben que usted desea aprender, pero que está ocupado en mantener los antiguos sistemas.

Conclusión

¿Que cómo me va? Todavía no lo sé. Esto ha sido escrito seis meses después de haber abandonado la compañía. Tengo un nuevo currículum vitae, que aún no me satisface del todo. Estoy comenzando a contactar con mi red de asociados para pedirles sus consejos, no para pedirles trabajo.

Renovar mis conocimientos técnicos es una de mis máximas prioridades. He asistido a dos cursos para obtener el título de vendedor en una tecnología nueva e interesante. Pienso que la demanda de esta capacidad será superior al número de empleados jóvenes. He aprobado ya dos cursos, y me quedan cuatro.

Estoy practicando mi discurso de dos minutos, pero aún necesito cinco minutos para completarlo. Recientemente se lo recité a la joven responsable de una empresa en la que esperaba conseguir trabajo, y me preguntó qué había hecho con mi vida para que le valiera la pena contratar a alguien con una experiencia como la mía. Mi vida contiene una realidad completamente nueva. Es interesante. Ofrece esperanza. Está llena de posibilidades que no existían en mi cargo anterior.

¿Cambiaría esta nueva oportunidad por la estabilidad que creía tener en mi posición anterior? Hoy, pienso que sí. Me hubiera gustado haber podido cambiar de acuerdo con mis planes y a discreción mía, en lugar de habérseme forzado a hacerlo al final de mi carrera. Pero eso es desear lo imposible.

Pensar en este tema dentro del contexto de la propia carrera profesional puede resultar doloroso. Sin embargo, es menos doloroso cuando uno sigue empleado y está en una mejor situación para elegir.

MITOS Y REALIDADES

MITO

"Hay montones de trabajos en el sector de la informática"

Esto es verdad hasta un cierto nivel. Pero usted se encuentra en una grave desventaja, especialmente si tiene más de 50 años y lleva mucho tiempo en su compañía. Entre dos candidatos con iguales cualificaciones para un trabajo técnico, el más joven obtendrá el puesto la mayo

Webinar ondemand

Contenido Patrocinado

Forma parte de nuestra comunidad

 

¿Te interesan nuestras conferencias?

 

 
Cobertura de nuestros encuentros
 
 
 
 
Lee aquí nuestra revista de canal

DealerWorld Digital