El gran difusor del español extiende sus redes

Al ser una institución joven y ya nacida en la era Internet, el Instituto Cervantes no ha tenido grandes problemas de adaptación a las nuevas tecnologías que han ido surgiendo en los últimos años. Eso sí, su gran reto sigue siendo la gestión de una organización cultural distribuida en la friolera cifra de cuarenta países de cuatro continentes a los que difunde nuestro idioma y cultura.

Creado en 1991, el Instituto Cervantes es una institución pública nacida con el objetivo de promocionar y enseñar la lengua española, así como difundir su cultura y la hispanoamericana en todo el mundo. Con sedes centrales en Madrid y en Alcalá de Henares (el lugar de nacimiento del escritor Miguel de Cervantes), los centros del Instituto se extienden por múltiples países de todo el mundo, en los que organiza cursos generales y especiales de lengua española y apoya la labor de los hispanistas, entre muchas otras actividades, como participar en programas de difusión de la lengua española y realizar actividades de difusión cultural, en colaboración con otros organismos españoles e hispanoamericanos y con entidades de los países anfitriones. Incluso cuenta con bibliotecas que están provistas de medios tecnológicos avanzados.
Como explica Andrés Elhazaz, director de informática del Instituto y director del Centro Virtual Cervantes (CVC), el espacio interactivo que el primero dispone en la Red, la evolución de la institución ha estado marcada desde sus inicios por un fuerte componente tecnológico. “El Instituto Cervantes es una institución joven, pues nació en 1991, y el Centro Virtual Cervantes también, ya que se creó en 1998. En definitiva, se puede decir que hemos nacido casi en la era Internet. Esto ha propiciado que nos resulte sencillo acomodarnos tecnológicamente”. De hecho, como revela Elhazaz, el paso que muchas empresas han tenido que dar del mundo del mainframe a la arquitectura cliente/servidor y posteriormente a Internet no se ha producido en el caso de esta institución. “Desde el primer momento Internet se concebía como parte del instituto. En este sentido, hubo una cierta visión de futuro, pues hay que tener en cuenta que estamos repartidos por cuarenta países del mundo y tenemos cerca de 50 instalaciones, además de la sede central. Es decir, que gestionar informáticamente ese archipiélago requiere unos medios telemáticos, concretamente Internet”.
Así, el responsable apunta que las relaciones de la sede central con los centros, así como con otras instituciones que disponen de centros en el extranjero, se lleva a cabo a través de Internet. “Cada centro tiene redes propias y líneas punto a punto para que la gestión de todo se realice a través de Internet. De hecho, cada país tiene su propio proveedor de Internet, normalmente de carácter local y cada centro gestiona sus propias redes e incluso tiene su propia página web”. Eso sí, apunta Elhazaz, en países como Marruecos o Argelia, donde apenas hay ancho de banda por cable y existen ciertos problemas de comunicación, están recurriendo a las conexiones vía satélite.

Estructura de sistemas
Tanto el centro virtual como el propio instituto tienen un departamento de sistemas propio. “La informática de ambos la gestionamos nosotros, excepto los servidores web y de bases de datos, que están instalados en un centro de Telefónica y son administrados por ellos”, señala Elhazaz, que también apunta que el CVC tiene en el TIC de Telefónica sistemas de alta disponibilidad, ya que da servicios a todo el mundo, día y noche. “Además, tenemos un sistema de alta disponibilidad dedicado al aula virtual de español, que es un curso de español que proporcionamos a través de Internet con cerca de 800 horas, y requiere de un sistema muy seguro”.
El proveedor de Internet del instituto es RedIRIS. “Tenemos una línea de 100 megas. Por otro lado, a través del TIC de Telefónica se da salida a todos nuestros proyectos de difusión de la lengua con un mínimo de dos megas y un ancho de banda variable”. Las dos sedes del instituto en Madrid están conectadas con el TIC con una línea de datos Frame Relay y con ADSL. “Además, tenemos cuatro edificios en Madrid que se comunican con líneas punto a punto”, asegura Elhazaz.
Éste apunta que para desempeñar su labor informática es clave la ayuda de empresas de Tecnologías de la Información, como Telefónica, HP, Microsoft, etc. que les ayudan enormemente con sus donaciones. “Tanto los servidores del CVC como los del AVE son de HP en su mayoría. La mayor parte de ellos nos han sido donados por la empresa, pues al ser una empresa pública de derecho privado podemos recibir patrocinio, aunque muchos los hemos adquirido”. Elhazaz asegura en cualquier caso que su patrocinador por excelencia es Telefónica: “En los últimos tres años nos ha donado más de tres millones de euros. De hecho, el coste de tener nuestros servidores alojados en su centro es de más de 300.000 euros y lo paga la operadora”.
En el CVC hay 20 servidores de trabajo y el departamento de sistemas tiene en el TIC dos servidores web y uno de base de datos, que es el que alberga las páginas institucionales. “Entre las dos sedes de Madrid contamos con 25 servidores que se encargan de las aplicaciones corporativas (de biblioteca, de inventario…).
En el ámbito del software, la mayoría es de Microsoft, dado que es otro de los grandes patrocinadores. Asimismo, la base de datos que utiliza es de Oracle y el sistema de gestión bibliotecaria es Absys de BAEDATZ. “El sistema de gestión de bibliotecas es vital para una institución que tiene la biblioteca más grande del extranjero en idioma español, con centenas de miles de documentos”, añade Elhazaz.
Otra aplicación informática importante para la gestión del Instituto a nivel interno es una dedicada a la administración del inventario y la contabilidad de la empresa Tao Gedas. “El resto de las aplicaciones que tenemos son propias y están desarrolladas a medida”.

Centralización
“Dado que nuestras instalaciones están repartidas por todo el mundo para nosotros es imprescindible usar Internet para poder comunicarnos”, señala el responsable de informática. En este sentido, gracias a la Red, se han centralizado una gran cantidad de procesos: “Por ejemplo, antes, cuando había algún problema informático en algún centro de cualquier país, enviábamos a técnicos desde aquí, pero esto es inviable por falta de recursos, así que estamos centralizando estos procesos de modo que, en vez de que cada centro disponga de una serie de máquinas donde alberga todas las herramientas de gestión, que éstas estén en la sede de Madrid. Así cada centro accederá a ellas, que estarán en nuestras máquinas, a través de la Red. La contabilidad y el inventario ya lo hemos centralizado”. Elhazaz manifiesta que la gran ventaja de la centralización es que para los centros el proceso es transparente: “Seguirán actuando exactamente igual que si los equipos estuvieran en su país”. Para llevar a cabo este proceso han implantado Citrix, que permite simular dentro de una aplicación que no es puramente web, que sí lo es. Por ejemplo, es posible entrar en una base de datos