El tiempo empleado en la gestión de TI aumenta con el outsourcing

La externalización del área de TI de una empresa es una de las decisiones estratégicas que más polémica suscita. Todavía hoy no están claros sus beneficios. Es verdad que podría llegar a reducir el tiempo inviertido en dicha actividad, pero, según un estudio del Gartner Group, el tiempo empleado en la gestión será el mismo o necesitará incrementarse después de dicho outsourcing.

Algunos estudios demuestran que los acuerdos de outsourcing no suelen generar los ingresos esperados ni ningún otro valor añadido. Por ello, a la hora de analizar cualquier beneficio potencial que pueda derivarse del outsourcing de las Tecnologías de la Información (TI) debe ser evaluado críticamente y comparado siempre con los actuales costes de TI y sus beneficios. Obviamente, los proveedores de servicios externos, los ESPs, continúan realzando sus beneficios entre los que destacan el ahorro de tiempo para la empresa. Sin embargo, este aspecto es muy discutible, según los analistas del Gartner Group. Alegan que aunque el día a día de la actividad de TI sea transferida al ESP, las decisiones más importantes de este área continuarán siendo responsabilidad de la empresa. Estas decisiones de “alto nivel” incluyen elegir la arquitectura, la estrategia y el papel de TI dentro del negocio.
Pero además, el outsourcing añade nuevas responsabilidades contractuales e incluye revisiones regulares de su rendimiento y renegociaciones periódicas de los requerimientos del servicio. Los problemas que surgen alrededor de áreas tácticas como el pago o los servicios de calidad son de hecho más difíciles de resolver después de realizar el outsourcing. Asimismo, y debido a la naturaleza contractual de la relación, los problemas que surgen deben ser resueltos a un más alto nivel que si ocurrieran en la estructura interna de la propia compañía. De todo esto se deduce que aunque la cantidad total de tiempo que una empresa gasta en TI puede descender mediante un outsourcing debido a la transferencia de las actividades rutinarias a los ESPs, el tiempo gastado en la gestión permanecerá igual o incluso podría incrementarse con el outsourcing.
Una idea muy propagada por los ESPs es que el outsourcing recorta gastos y, puede hacerlo puntualmente, pero rara vez se traducirá en un descenso del presupuesto total que una empresa dedica a TI: dónde el recorte de gastos sea posible, el ESP intentará dedicar funciones de gestión pobre e ineficientes. Para arreglar los problemas de mayor enjundia, como la estabilización de sistemas y la construcción de una infraestructura robusta, se necesitará una fuerte inversión, que será transferida a la empresa, bien en la propia factura o bien como un coste del servicio a lo largo del desarrollo del contrato.. De lo que no cabe duda es que, en cualquier caso, los ESPs tienen grandes inversiones que recuperar y un objetivo de beneficios. Comparado con una operación interna bien gestionada y a gran escala, el mismo servicio de un ESP costará de un 10% a un 15% más.

Contratos de joint venture
Desde que han surgido críticas a la externalización, respaldadas por la penalización a las empresas de sus accionistas, se ha optado por los acuerdos de joint venture, dejando atrás los contratos tradicionales “pago por servicio”. Estos acuerdos son normalmente débiles en el detalle de la naturaleza de la recuperación de beneficios entre los partners, pero tienen mejor prensa. Sin embargo, según Gartner Group, hasta dentro de tres años, el 90% de estas joint-ventures de outsourcing carecerán de un plan de negocio claro. Esto motivará que el 80% de ellas se convierta en acuerdos tradicionales, debido a la falta de planificación, de efectividad en la gestión y de utilización de los recursos. Sólo en los negocios relacionados con Internet funcionará el sistema de joint-ventures, que las empresas deberían calificar como ofertas estándar de outsourcing presentadas de manera más amena.