Estrategias

JD Edwards registra unos ingresos de 1.000 millones de dólares en su año fiscal 2000. La filial española factura entre 1.750 y 1.900 millones de pesetas

Seis meses después de que el fundador de la compañía Edward McVaney regresara a la presidencia y pusiera en marcha su visión empresarial en torno al collaborative-commerce, JD Edwards hace balance y anuncia los resultados de su año fiscal 2000; sin duda, tal y como ha señalado Dave Girard, vicepresidente ejecutivo y jefe de operaciones de la firma, “los mejores en la historia de la compañía”. Natalia Mosquera (Lanzarote).

El reto de realizar una nueva filosofía empresarial con foco en soluciones colaborativas para las compañías B2B auguraba un semestre complicado para la cúpula directiva de JD Edwards. Sin embargo, contra todo pronóstico, la compañía finalizaba su ejercicio fiscal 2000, el pasado 31 de octubre, con unos ingresos de 1.000 millones de dólares frente a los 944 millones de dólares que obtuvieron en el pasado año. Una cifra que, en palabras de Girard, “no es sino fruto de nuestro compromiso con el cliente, con la cadena de suministro y de la firme creencia de establecer procesos colaborativos abiertos. Una mezcla que se traduce en un continuo crecimiento de los ingresos y en rentabilidad”.
La buena marcha de la compañía en este año ha estado motivada en buena parte, tal y como ha manifestado el vicepresidente ejecutivo de JD Edwards, “por el incremento, en torno a un 34%, que han experimentado las ventas de licencias. Mientras que en 1999 se vendieron 312,817 millones de dólares sólo en licencias, en el recién finalizado año 2000 los ingresos por licencias han superado los 419 millones de dólares”. En esta cifra importante peso han adquirido las licencias para Unix y NT en detrimento de las licencias para la plataforma AS/400. Según Dave Girard, “Unix y NT ganan importancia en la medida que son sistemas abiertos y escalables. Frente al 33% que representaban en 1999, las ventas de licencias para estas plataformas son, hoy por hoy, el 43% de la facturación total de software de la compañía”. Este aumento no se puede trasladar al área de servicios, que ha disminuido su facturación cerca de un 8% respecto al año pasado. Así, JD Edwards ha pasado de ingresar 631,4 millones de dólares en 1999 a 582 millones de dólares en 2000.
Por zonas geográficas, los Estados Unidos continúan generando la mayor parte de los ingresos de JD Edwards. Un 65% de los 1.000 millones de dólares ingresados por la compañía proceden de Norteamérica frente al 20% que representa el negocio en EMEA; una región que ha perdido peso específico pues “históricamente, esta zona simbolizaba el 24% aproximadamente de JD Edwards”, ha puntualizado el jefe de operaciones de la firma.

Un año de éxito en Europa
Nigel Pullan, vicepresidente y director general para EMEA, ha dejado claro que “el 2000 ha sido un año de éxito para JD Edwards en Europa”. Según Pullan, un crecimiento de un 23% es motivo más que suficiente para hacer tal aseveración. Bélgica, Alemania, Holanda, Suiza y, sobre todo, Reino Unido, han sido los países que mayor incremento han protagonizado pero, sin embargo, matiza Pullan, “todos los países europeos han protagonizado un crecimiento sustancial, gracias al incremento en las ventas de licencias y en las transacciones superiores al millón de dólares que han pasado de seis en 1999 a trece en 2000 en Europa, y a setenta en todo el mundo. Un hecho que no es sino consecuencia de extender nuestra oferta a las grandes cuentas con productos diseñados específicamente para ellas”.
En el caso concreto de España, Fernando Moreno, máximo responsable de la filial en nuestro país, repite que “a pesar de haber sido un año complicado para la subsidiaria española, la compañía ha registrado un incremento en su base instalada de clientes de un 30% y ha ingresado entre 1.750 y 1.900 millones de pesetas, de los que 937 millones de pesetas se han generado en el área de servicios”. Unas cifras que alzan a España como “uno de los diez países europeos con mayor potencial de crecimiento en los próximos años”, puntualiza Moreno. “Para ello -continúa el director de la filial- tenemos que conseguir que nuestra oficina en Barcelona, al frente de la cual estará Jordi Calbera como consejero delegado, trabaje al ritmo estipulado y que encontremos a un partner ASP especializado en soluciones de tipo vertical”, un proyecto que la compañía se planteó realizar a finales del mes de octubre.
Respecto al mercado portugués, Travis White, vicepresidente de marketing para EMEA de JD Edwards, ha señalado que “la creciente demanda de nuestro negocio en tierras lusas nos exige estar presentes en este país.” En este sentido, Moreno ha matizado que “a finales de enero, JD Edwards contará con una persona que trabaje directamente para la compañía”. Hasta la fecha, JD Edwards trabaja en Portugal a través de Soft XXI.

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