La CMT afronta con valentía la transformación hacia la era digital

El futuro marco normativo europeo establece 18 mercados de referencia

Procesos de ajuste y regulación marcan la tónica de lo que será el nuevo marco comunitario que definirá por primera vez los servicios y negocios de la nueva sociedad digital, en el que los mercados de telecomunicaciones, informática y audiovisual se unen estratégicamente en dieciocho submercados de referencia para que empresas, organizaciones y ciudadanos en general desarrollen nuevos servicios y negocios innovadores y competitivos. La CMT ha sido uno de los primeros reguladores europeos en afrontar este reto, tras abrir un periodo de consulta pública para identificar con todos los agentes implicados el nuevo marco de competencia que ha revolucionado las reglas del mercado.

El inicio del periodo estival en el mercado de las telecomunicaciones no ha sido precisamente de descanso y relajación. Adelantándose a la mayoría de los países de la Unión Europea, el Consejo de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) sometía a preconsulta pública, el pasado 1 de julio, el procedimiento que ha desarrollado para analizar y definir doce de los dieciocho mercados de referencia de las comunicaciones electrónicas, conforme al nuevo marco comunitario incorporado a la legislación española en la Ley General de Telecomunicaciones de 2003.
Con el fin de recabar la opinión de todos los agentes implicados (operadoras, empresas y usuarios), la CMT ha concluido este proceso, que ha dividido en cuatro grandes áreas: minoristas de servicios de acceso directo a la red telefónica pública desde una ubicación fija; servicios de tráfico telefónico desde una ubicación fija; servicios de acceso y tráfico desde una ubicación móvil, y servicios de acceso y tráfico a redes de datos mediante conexión desde una ubicación fija. Estas alegaciones públicas, a las que seguirán en una segunda fase los seis mercados restantes (itinerancia entre redes, servicios de tránsito, alquiler de líneas y mercado audiovisual, etc.) están siendo analizadas y consideradas antes de que la CMT realice definitivamente los trámites que iniciarán el nuevo modelo de competencia definido desde Bruselas.

Nuevos mercados, nuevas reglas
Entre los cambios más evidentes que establecerá el nuevo marco destaca la sustitución del concepto de operador dominante por el de operador con ‘poder significativo en el mercado’ (PSM), es decir, con capacidad de actuar al margen de competidores y usuarios. Otro aspecto que varía pasa por la forma de definir qué compañías son relevantes en cada servicio y el establecimiento de obligaciones en pro de la mejora de la competencia, un proceso que la CMT prevé concluir el próximo mes de octubre y al que seguirá un periodo de alegaciones en el que también intervendrá el Tribunal de Defensa de la Competencia.
El nuevo marco comunitario, que se inició en enero de 2003, propone una regulación basada en la neutralidad tecnológica, que conlleva el apoyo a los servicios emergentes y el impulso a la innovación y el desarrollo de una competencia efectiva, así como nuevas vías de negocio e iniciativas que coordinen y regulen los mercados de telecomunicaciones, informática y audiovisual; en definitiva, el futuro marco normativo comunitario de la Sociedad de la Información.

Proceso complejo
La CMT y el Ejecutivo español se enfrentan a la difícil tarea de regular previamente un mercado marcado por el monopolio. En este sentido y a pesar de las continuas solicitudes para liberalizar el control de los precios telefónicos, el titular de Industria, Comercio y Turismo, José Montilla, dejó claro a finales de julio, concretamente en el acto de la presentación oficial de la patronal Aetic, que “la regulación de los precios minoristas de Telefónica de España (price cap) se mantendrá hasta que la CMT concluya el análisis de los mercados relevantes del sector de las telecomunicaciones”, algo que previsiblemente no se materializará antes de finales del próximo año.
Tan sólo unas semanas antes, el presidente de la CMT, Carlos Bustelo, describió durante la presentación del informe anual de este mercado el nuevo papel de la CMT, “que debe evaluar a los operadores con PSM y fijar las medidas correctoras para alcanzar mayor grado de competencia en cada mercado”. Al tiempo que especificó que sería “un proceso complejo que se completará a lo largo de 2005”.
El máximo representante de la CMT puntualizó que esta institución “se ha anticipado a otros reguladores europeos presentando a preconsulta pública los primeros documentos de trabajo sobre el análisis y definición de los mercados de referencia, como paso previo a determinar los operadores con PSM”. Además calificó como “esencial” poner las mínimas trabas normativas a un mercado “cuando la competencia ya está aceptablemente instalada o cuando abre nuevas vías de negocio e iniciativas que no interesa bloquear”. Estas declaraciones no han dejado indiferentes a los principales agentes del sector, que han unido a su disconformidad con el retraso en la liberalización de precios las reclamaciones sobre la calidad de las infraestructuras de telecomunicaciones, principalmente en cuanto a telefonía móvil se refiere. Así, Claudio Feijóo, director de la Cátedra del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones (COIT) de la Universidad Politécnica de Madrid, asegura que “se está jugando el futuro diseño del mercado de telecomunicaciones en nuestro país. Es el momento de cambiar las reglas del juego en un mercado heredero todavía de una situación monopolística”.
Teniendo en cuenta la flexibilidad que permite el nuevo marco regulatorio, Feijoo apunta a que la división en dieciocho submercados supone “una excesiva segmentación en mercados muy estrechos, que repercutirá negativamente en su análisis”. Términos similares a los utilizados por el presidente de la patronal Aetic, Jesús Banegas, quien alega que “la actual regulación y la intervención política de los precios no favorecen el desarrollo del sector, pues generan incertidumbre y resultados económicos insuficientes para animar la inversión”.
Por su parte, la Cámara de Comercio de Barcelona, a través de un comunicado de su presidente, Miquel Valls, señala la “pérdida de calidad” del servicio y que “las quejas ante las interrupciones, ruidos y la falta de cobertura son cada vez más usuales como consecuencia de la saturación de la red actual”. Valls insta a la Administración central a que realice mejoras e inversiones que redundarán “no sólo en la competitividad de las empresas del sector, sino en la competitividad de las empresas en general”.
A estas peticiones no han dudado en unirse los propios operadores y empresas asociadas, que desde hace tiempo reclaman mejoras y critican la reacia política de muchos consistorios a la hora de instalar nuevas antenas que mejoren la calidad del servicio, cuyo punto álgido ha sido la llegada de la telefonía móvil de tercera generación (UMTS).

Eliminar barreras
También con el fin de suprimir obstáculos, desde Industria se ha dado recientemente un respiro financiero a los operadores de cable con la liberalización de los avales que asumieron cuando les fueron otorgadas las concesiones. Pese a que muchos de ellos se han ido l

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