Outsourcing en permanente actualidad
Haciendo abstracción tanto de los picos de optimismo que manifiestan interesados defensores del outsourcing, como de los de pesimismo de quienes interpretan que no fueron informados adecuadamente respecto a objetivos que se alcanzarían –en contraste con los frustrantes conseguidos– en las fases previas a la firma del contrato, la realidad se impone y evidencia que continúa creciendo el número de usuarios que apuestan por él. Y, la más elocuente demostración de satisfacción con el servicio la aportan, precisamente, los clientes con más años de experiencia practicando la externalización. Porque, cuando deciden renovar contratos, lo hacen convencidos de su rentabilidad –la experiencia anterior es determinante– aunque, eso sí, introduciendo en la nueva redacción todos aquellos puntos que eviten errores anteriores, y otros conducentes a hacer más fluida, flexible, y amigable la siempre imprescindible buena e intensa relación entre cliente y suministrador. Esta tangible realidad de clientes satisfechos con los resultados del servicio de outsourcing debería ser aprovechada, como referente, por los usuarios que todavía tienen dudas –que son muchos– consultando a sus colegas en la profundidad y temas deseados. La oportunidad hay que saber aprovecharla.