Cloud Computing
IDG Research

‘Cloud’ se refuerza como el modelo tecnológico ‘de facto’ en la era poscovid

La pandemia ha catapultado aún más el creciente negocio de ‘cloud’. En un momento en el que impera el acceso remoto a los servicios corporativos, esta opción es una tabla de salvación para muchas empresas por la agilidad y eficiencia que permite. Consciente del poder de este modelo y en plena emergencia sanitaria, Europa ha dado un paso al frente para reducir su dependencia tecnológica frente al exterior. La pregunta es: ¿llega tarde?

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Créditos imagen: Álex Pérez (Unsplash)

La pandemia y sus efectos en la economía y en la propia gestión empresarial harán que el gasto mundial previsto en materia de Tecnologías de la Información (TI) caiga por encima del 7% este año, totalizando unos 3,5 billones de dólares. Como vaticinan los analistas de Gartner, que es la consultora que arroja estas cifras en su último informe de previsiones (dado a conocer este mes de julio), la inversión en todos los grandes segmentos de TI —desde los sistemas de centros de datos hasta el software empresarial, pasando por los dispositivos (los que sufrirán la mayor caída), los servicios de TI y de comunicaciones— decrecerá este 2020. No obstante, hay un mercado que sí brillará en la era poscovid: el de cloud computing

De nuevo según la visión de los analistas de Gartner, los directores de TI (CIO) se inclinarán por soluciones tecnológicas basadas en el modelo de suscripción y por los servicios en la nube con el fin de reducir los costes iniciales que supone la adopción de nuevas plataformas. Es más, la consultora espera que el gasto en infraestructura como servicio (el famoso mercado IaaS) crezca en 2020 un 13,4% llegando a los 50.400 millones de dólares en todo el mundo, y un 27,6% en 2021 alcanzando los 64.300 millones. La misma tendencia hacia el teletrabajo (que ha imperado en los meses de confinamiento) propiciará un aumento del gasto en sistemas de conferencias basados en cloud de casi el 47%.

La nube pública, en el foco

“En el escenario que se abre tras la pandemia hay modelos que despuntarán y uno de ellos es cloud”, cuenta Alberto Bellé, analista de IDG Research. “Para sobrevivir, los negocios (si no lo han hecho ya) tendrán que digitalizarse, y el modelo de la nube es de gran ayuda”, añade. La nueva normalidad, espeta el analista, será un híbrido entre el modelo físico y el digital aunque este último tendrá especial presencia.

En este mundo que ahora se abre la tecnología de nube pública se alza sobre otros sabores de cloud. En realidad, ya antes de la pandemia se atisbaba esta tendencia imparable en la adopción de este modelo de suministro de TI. Los últimos datos (de abril, referidos al primer trimestre del año) de la consultora Canalys sobre el gasto global en servicios de nube pública reafirman esta tónica: el gasto en nube pública alcanzó en ese periodo un récord de 31.000 millones de dólares, experimentando un incremento del 34%.

El de la nube pública es un mercado dominado por los llamados jugadores ‘hiperescalares’ con AWS, la pata de cloud del gigante Amazon, a la cabeza. También según Canalys, AWS es el líder indiscutible en este terreno, con un 32% de cuota de mercado, seguido de Microsoft (con su propuesta Azure, con un 17%). Google (Cloud) y la china Alibaba se disputan el tercer puesto con un 6% de la tarta.

 

¿Y Europa?

Pues Europa también quiere su trozo de tarta y, sobre todo, tener voz propia en un mercado monopolizado en esta región por las empresas americanas. Precisamente en plena emergencia sanitaria se anunció GAIA-X, un proyecto de infraestructura de datos con el que el Viejo Continente aspira a tener un ecosistema cloud propio para plantar cara a AWS, Microsoft y Google, empresas que, por otra parte, están realizando sustanciales inversiones en múltiples países europeos (entre ellos, España). 

GAIA-X, iniciativa de carácter público-privado, está liderada por Francia y Alemania y funciona como un hub en el que de momento están conectadas 22 empresas de estos dos países, entre las que se encuentran las alemanas Deutsche Telekom, SAP y Siemens y las francesas OVHcloud, Orange y Atos. Además, colaboran de forma activa en el proyecto más de 300 organizaciones entre las que se encuentra la multinacional Gigas, la única empresa española presente en esta iniciativa.

“GAIA-X no solo responde al hecho de que el monopolio global de cloud lo tengan los gigantes estadounidenses sino a que este dominio se produce exactamente igual en Europa y eso a pesar de la fuerte regulación de datos que impera en esta región”, expone Bellé. Se trata, opina el analista, de una reacción comprensible. El dilema es: ¿llega tarde? “Sí, es muy tarde y, además, es una iniciativa imprecisa. Sus responsables dicen que es una plataforma, un hub, pero, ¿esto qué significa? ¿Conlleva una inversión en infraestructura como lo hacen los grandes jugadores de Estados Unidos o es una asociación de empresas que operan bajo unas mismas reglas? ¿Cómo van a conseguir que Europa sea independiente tecnológicamente? Y, sobre todo, ¿cuál es su modelo de negocio? Porque una fundación que hasta ahora solo ha anunciado una inversión de 1,5 millones de dólares al año no tiene ninguna posibilidad de competir con una empresa que invierte miles de millones en centros de datos como hacen los grandes hiperescalares. Para que Europa tenga soberanía tecnológica tiene que invertir en tecnología, no queda otra”.

Diego Cabezudo, CEO y cofundador de Gigas, defiende el envite europeo: “No creemos que se llegue tarde. GAIA-X es un proyecto distinto, que persigue la creación de una especie de federación de cloud europea; en Europa ya existen multitud de proveedores cloud como Gigas, que si se unen para ofrecer servicios conjuntos y colaborativos, pueden ser una alternativa a los grandes proveedores extranjeros mencionados. Así, GAIA-X posibilitará que Europa disfrute de su soberanía digital para no depender de proveedores extranjeros y permitirá además el desarrollo de un ecosistema de empresas cloud y personal técnico cualificado que redunden en la creación de puestos de trabajo y en una mayor digitalización de las empresas europeas que aumente su productividad”.

Europa, recuerda Cabezudo, sufre actualmente de un déficit importante de perfiles formados en tecnologías digitales y cloud en concreto “y este es un problema que va en aumento”. “Si no fomentamos el desarrollo de un ecosistema local de proveedores de cloud, acabaremos siendo meros consumidores de servicios extranjeros y los puestos cualificados y el know-how residirán en otros países, creando valor fuera de Europa y aumentando la brecha de transformación digital y competitividad”, apostilla.

Cabezudo recalca que “GAIA-X no persigue crear un nuevo proveedor de cloud, sino sumar e interconectar los proveedores de cloud europeos ya presentes en el mercado”. Por ello, asegura que no se puede comparar la inversión anunciada por este hub con la que realizan los proveedores de cloud de forma individual. “Si queremos comparar inversiones tendríamos que sumar las inversiones millonarias que se han realizado en todos esos proveedores cloud, como es el caso de Gigas”.

 

Puede leer el artículo completo en el número de julio/agosto de ComputerWorld

 



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