"En España tenemos ausencia de verdaderos campeones de la innovación", según el director del CDTI. La escasa inversión en I+D es la responsable de la baja productividad

La débil inversión en I+D es la principal causante de la baja productividad de España. Una situación que poco tiene que ver con el crecimiento que ha experimentado nuestra economía entre 1996 y 2004, y que le ha llevado a convertirse en la octava a escala mundial. Este paradójico contexto es ya insostenible y “si se pretende seguir creciendo, es imprescindible incrementar la productividad mediante un aumento de la inversión en I+D”. Así lo asegura Maurici Lucena, director general del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), quien, sin embargo, es optimista y confía en que se cumpla el objetivo marcado por el plan Ingenio: alcanzar una inversión en I+D del 2% del PIB en 2010.
Maurici Lucena, director general del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), ha apuntado en un encuentro organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) que existen varias vías para incrementar la productividad en nuestro país: “Invertir en infraestructuras, lo que se pretende conseguir con el nuevo plan de Fomento; mejorar el sistema educativo y enlazarlo con el mercado de trabajo; incrementar el gasto en I+D+i; y cubrir la laguna que existe en el mercado de capital–riesgo de empresas tecnológicas, entre otras”. Sin embargo, nuestro país encuentra importantes obstáculos que superar para mejorar esta situación: “Nos encontramos muy lejos de los principales países de la UE y de la OCDE en lo que se refiere a inversión en I+D. Además, tenemos el problema de la disparidad entre las regiones, pues aunque hay algunas que invierten más, como Madrid, el País Vasco, Cataluña y Navarra, el resto no lo hacen. Asimismo, ninguna de las comunidades citadas llega al 2% de media de inversión de la UE”.
Otro handicap para que España incremente su productividad es de carácter estructural: “Nuestros principales sectores, como es el turismo o la construcción, no se caracterizan precisamente por su alto contenido tecnológico. En España tenemos ausencia de verdaderos campeones de la innovación que arrastren al resto de los sectores. La clave es invertir en I+D de forma horizontal y estimular el nacimiento o la creación de empresas en sectores de alta o media-alta tecnología”.

Ingenio: objetivos ambiciosos pero realistas
Para Lucena, el nuevo plan de I+D, denominado Ingenio y con un presupuesto de 2.800 millones de euros, tiene “objetivos ambiciosos pero a su vez realistas: “Es posible alcanzar el 2% de media europea en inversión en I+D en 2010”. El responsable del CDTI asegura que el papel de su entidad pública empresarial que, desde 1977 trata de incrementar la competitividad de las empresas españolas elevando su nivel tecnológico, es importante dentro del plan. “Creemos que la intervención pública para incrementar la inversión en esta área es vital. En concreto, el CDTI a partir de ahora dará subvenciones para incentivar la incorporación de las TIC en las empresas. Asimismo, estamos preparando un programa aeroespacial que presentaremos a finales de año y a punto de firmar un convenio con el CSIC para impulsar empresas de base tecnológica”.

Nuevos fondos de capital riesgo
Una de las nuevas iniciativas del CDTI es la creación de un fondo de fondos de capital riesgo que se pondrá en marcha a principios de 2006. “Este consta de 200 millones, de los que el CDTI pondrá unos 60, el Fondo Europeo de Inversiones otros 50 millones, y el resto (entre 60 y 80) provendrá de empresas privadas”. Las empresas jóvenes de base tecnológica son las principales beneficiarias de este fondo.