IDG Research lanza el estudio 'IT Economics 2020'

La mayor parte de las compañías españolas invertirá entre el 1 y el 4% de los ingresos por sus ventas en el presupuesto TI de 2020, según pone de relieve la primera edición del estudio IT Economics 2020: tendencias económicas y presupuestarias de las áreas de IT en España, elaborado por IDG Research. Este margen solo lo superarán el 15% de las firmas y, el 2,7% de ellas llegará a invertir entre el 8 y el 10% de las ventas. En cualquier caso, estas cifras no quieren decir que las organizaciones no estén ampliando sus partidas para las unidades que dirige el CIO. Es más, el porcentaje de las que lo han hecho es muy superior al de las que lo han tenido que recortar (40%). Pero, el 46,4% asegura que se ha mantenido al mismo nivel de inversión que en 2019.  En comparación con el resto de Europa, explica José María López, analista del grupo de investigación de la editorial TIC y uno de los autores del documento, los porcentajes con presupuestos aumentados o estables de un ejercicio a otro han sido similares. En el caso de las organizaciones del Viejo Continente, las previsiones que se hicieron de su evolución se movían en torno a un 39% de ellas con planes de crecimiento de 2019 a 2020, mientras que en un 50% de los casos los presupuestos no se moverían, frente al 46% español.

Estas estadísticas no son suficientes para los CIO consultados, que reclaman más. Más cuantía y más suficiencia de los recursos disponibles para el gasto en tecnología durante este ejercicio. De hecho, el 60% de los directivos de informática no se encuentran cómodos con las cifras y, hasta el 13% de ellos ha mostrado un desacuerdo muy significativo. Como consecuencia, el 40,7% de éstos considera algo insuficiente la partida como para cumplir sus objetivos y expectativas, el 12,7% lo ve como muy insuficiente y, por el contrario, el 39,1% opina que es válida para su actividad. En palabras de López, esta insatisfacción de los CIO tiene que ver con múltiples factores. Por un lado, hay elementos cualitativos como “la insuficiencia de recursos para acometer los esfuerzos asociados a la transformación digital que todavía quedan por asumir”. Por otra parte, “hay falta de alineamiento con los criterios de las direcciones generales a la hora de gestionar los costes derivados de la tecnología”. 

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