La ciencia TI que revoluciona la salud

A pesar de los increíbles avances médicos de los últimos años, todavía queda mucho por aprender acerca del cuerpo humano. Sabemos que la tecnología contribuye a los avances en el diagnóstico, tratamiento y curación de enfermedades. Se continúa investigando en tecnología espectacular, como los exoesqueletos, la nanotecnología y o la robótica, que permite realizar cirugías de altísima precisión, incluso de manera remota. Pero también se siguen desarrollado dispositivos IoT, aplicaciones móviles, sensores portátiles y wereables para la monitorización y seguimiento de la salud de los pacientes, que mejoran la calidad del sistema sanitario en busca de una atención más eficiente, accesible y de mayor calidad para los pacientes, menos impresionantes, pero que nos van a cambiar la vida.

Con herramientas tecnológicas como la IA y el análisis de datos, la nube, blockchain, la impresión 3D y la realidad virtual, o el vendaje inteligente, “mejoraremos diagnósticos y tratamientos, optimizaremos recursos, personalizaremos la medicina, o estableceremos modelos preventivos que permitan al sistema anticiparse para ser eficientes y resolutivos”. Así lo afirma Andrés Haddad, CEO de TheCUBE, el hub tecnológico de innovación con amplia experiencia en el ámbito sanitario, que tiene una visión clara del futuro de la sanidad a través de la tecnología: “La hiperpersonalización de la atención será una realidad en un futuro cercano. Ofrecer diagnósticos cada vez más acertados y, como consecuencia, adaptar los tratamientos a cada persona, será posible gracias a las herramientas de big data”.

Todas estas tecnologías permiten ya tener información en tiempo real de la salud y la calidad de vida, establecer un nuevo modelo de relación médico-paciente, prevenir enfermedades, transformar la atención médica y, además, facilitan la aparición de nuevas empresas y modelos de negocio. Debido en parte a la pandemia, tal y como afirma el informe HIMSS, el sector salud ha registrado un crecimiento exponencial de su tejido empresarial relacionado con su digitalización, desde la comercialización de los nuevos sistemas de gestión, hasta el desarrollo de logros científicos hace nada futuristas. Estos son alguno de los ejemplos de grandes avances en materia de salud que ya disfruta, o en breve disfrutará, la sociedad española.

Ciencia que ya no es ficción para curar

•  Sistema de Imagen Médica Digital: se trata de una infraestructura tecnológica que almacena las imágenes anonimizadas. La tecnológica Kyndryl, la spin-off de IBM, se encarga de desarrollar, crear y gestionar el sistema para digitalizar el Sistema de Imagen Médica Digital de Catalunya (SIMDCAT), una solución que integra la plataforma de virtualización vSphere de VMWare con tecnología para la base de datos de almacenamiento Cloud Object Storage. Para digitalizar la anatomía patológica se requiere imágenes digitales, trazabilidad y capacidad de cómputo para procesar y analizar una gran cantidad de información con la intención de ayudar a los médicos en su trabajo de diagnóstico y tratamiento. La idea es que en el futuro el sistema permita dar acceso a  tecnologías como el Machine Learning (ML).

Mireia Ollé, directora de la oficina de Kyndryl en Barcelona, explica cómo “se procesan y almacenan en torno a un millón de pruebas diagnósticas de pacientes al año pertenecientes a una red de ocho hospitales del Institut Catalan de la Salud. A ese sistema tienen acceso casi 170 profesionales entre patólogos, biólogos, residentes y observadores, y será una herramienta clave para discernir, de manera objetiva y precisa, cuándo un tejido, célula o grupo de células son susceptibles de tener una enfermedad”.

Este avance en imagen médica permite su posterior análisis y tratamiento desde cualquier punto del territorio, “y la colaboración entre los diferentes profesionales, impulsando la equidad asistencial. Gracias a ello, se crean auténticas bases de conocimiento que los médicos tienen a su disposición para mejorar diagnóstico y cuidados. El repositorio centralizado de imágenes facilitará,el desarrollo de algoritmos de IA para optimizar el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes”, prevé Ollé. El sistema ya funciona en los primeros siete principales hospitales de referencia de la red pública de salud catalana.

• Gemelos digitales: son el próximo gran salto cualitativo en investigación médica y la salud en general; réplicas digitales de la realidad a escalas inimaginables, en su apariencia y en su comportamiento, que impulsados por tecnologías de virtualización y colaboración de última generación reproducen con éxito el funcionamiento de órganos tan complejos y sofisticados como el corazón o el cerebro humano, que ayudan a comprender mejor el funcionamiento de órganos vitales y a experimentar con ellos sin poner en riesgo al paciente.

La idea es crear nuevas formas para el diagnóstico, el tratamiento de un gran número de enfermedades y mejorar la eficacia de la práctica médica y la calidad de vida de las personas cuya enfermedad se estudia. También apoya la investigación farmacológica, mediante la predicción de los efectos biológicos de los tratamientos. Son simulaciones perfectas para las que también se desarrollan materiales orgánicos que se adaptan a sujetos (pacientes) concretos, y personalizan la medicina. La multinacional francesa Dasault Systèmes es una de los principales proveedores de tecnología de gemelos digitales a nivel global. A través de su plataforma ha participado en los proyectos The Living Heart Proyect (proyecto corazón vivo), un sistema de creación de simuladores virtuales de corazones humanos y de la función cardiaca humana, y The Living Brain Project (proyecto Cerebro vivo) que desarrolla un modelo de cerebro que recoge las conexiones neuronales y la actividad de sus distintas áreas en función de estímulos concretos. La herramienta es perfecta para estudiar y establecer tratamientos y curas contra la epilepsia o el Alzheimer, o para preparar a la perfección complicadas cirugías.

• Simulador de radioterapia 3D. Camino del metaverso: se trata de la primera sala de radioterapia del mundo simulada íntegramente en 3D, que pretende ayudar a los pacientes de cáncer a afrontar estos complicados tratamientos, de manera similar a la que se entrenan los pilotos en un simulador de vuelo. El proyecto lanzado el pasado año 2022, llamado VORTHEx, ha sido desarrollado también por la tecnológica Dassault Systèmes, junto con el Instituto H. Hartmann y el Instituto Rafaël.

• IA para prevenir y tratar problemas de salud, por ejemplo mental: los trastornos mentales se están convirtiendo en una epidemia silenciosa mundial. La startup Aimentia, apoyada por la Universitat Oberta de Cataluña (UOC), ha desarrollado una tecnología de diagnóstico precoz y personalizado, reconocimiento rápido de casos en crisis y de seguimiento de terapias a pacientes con problemas de salud mental (ansiedad, depresión, fobias, trastornos bipolares o tendencias suicidas), mediante una plataforma de IA, con un sistema de entrevistas que incorpora fuentes dispares de datos y crea soluciones a medida. La empresa trabaja para que las futuras aplicaciones de Aimentia Health puedan tratar también los abusos de sustancias y los trastornos alimentarios. Cuenta ya con más de 31.000 usuarios registrados y la pueden utilizar como herramienta además de los profesionales de la salud, especialistas en centros educativos y en empresas. 

Humanizar y doblegar las enfermedades

• Superaplicaciones. Una nueva vida para los diabéticos: los sistemas de medición de glucosa intersticial son una bendición para las personas diabéticas. Es el caso de Cori, una app asistente para personas con diabetes basado en la IA, que simplifica el control de la diabetes al analizar de forma conjunta los datos de glucosa, comida y ejercicio para mostrarlos de forma visual y ayudar al manejo de la enfermedad. Ha sido la tecnología ganadora de la edición de 2021 de Innomakers4Health, el “concurso” de talento tecnológico sanitario organizad por la fundación Pfizer y TheCube.

Otro ejemplo similar que ha cambiado el control de la diabetes es el sistema "FreeStyle Libre", del grupo Abbott, que permite monitorear la glucosa en la sangre a través de un parche con un sensor pequeño y redondo, que se coloca en la parte posterior del brazo y que tiene una duración de 14 días. Es un medidor continuo de glucosa y en tiempo real, las lecturas son enviadas automáticamente a un smartphone (NFC) cada minuto y lo monitorea a través de la app LibreLink.

Para medir los niveles, basta con acercar al sensor un dispositivo que es del tamaño de un móvil pequeño no tienen la necesidad de pincharse los dedos para controlar los niveles de azúcar en la sangre o las necesidades de insulina, y con el dispositivo pueden hacer la medición. Si los niveles de glucosa superan los parámetros correctos, la alarma avisa al diabético y a su entorno, de manera que puede corregir la situación de inmediato. 

Otros ejemplos son el Omnipod 5, la tecnología de páncreas artificial. Se trata de conectar una bomba de parche a un sistema que a través de un algoritmo inteligente permite ajustes automáticos de la dosis de insulina, o el llamado In pen, bolígrafo de insulina inteligente, reutilizable y habilitado para conectarse por Bluetooh.

• Sistematizar la medicación crónica: la startup Duponte, ha presentado Matchgénica, un asistente farmacéutico robotizado que, a partir de la IA, genera notificaciones al paciente para recordar el uso de los medicamentos y registrar la hora en la que toma su medicación. Esta plataforma permite que la farmacia comunitaria premie al paciente adherente, además de poder controlar si se pueden producir interacciones con otros medicamentos, alimentos o patologías. En caso de que puedan existir riesgos de fallo terapéutico y reacciones adversas se genera una alerta al farmacéutico.

Una idea similar es Medea, finalista de Innomakers4Health, que busca mejorar la eficiencia clínica ayudando a los profesionales a poder personalizar los tratamientos para las enfermedades mentales a través de un modelo de software.

• Conectar familias y profesionales: la startup soriana, Conéctate Soluciones y Aplicaciones SL, está desarrollando Hospital.App, una herramienta que facilita el contacto entre los profesionales sanitarios y los familiares de pacientes ingresados en UCI o en aislamiento, que se ha convertido en la propuesta ganadora del “Desafío eDea Salud 2021” de la Fundación Pfizer.

• Chips que detectan metástasis: los tumores del sistema nervioso central son una de las principales causas de muerte asociadas al cáncer durante la infancia. Entre estos tumores encontramos el glioma pediátrico, uno de los más problemáticos a nivel de seguimiento del tratamiento y control. Ante esta situación, la startup compostelana BFlow, spin-off de la Universidad de Santiago (USC), ha desarrollado Brain-CTCure, un chip microfluídico para la detección precoz de metástasis. Su objetivo de mejorar el diagnóstico de este cáncer infantil.

Digitalizar y optimizar la gestión de los recursos

• ERP para hospitales: un “Enterprise Resource Planning” (Planificación de Recursos Empresariales) es una herramienta digital que permite la migración de NAV e integrarla en un sistema que incorpora una solución OCR , que automatiza y controla la gestión financiera, de la tesorería, los honorarios médicos, la administrativa, las compras, solicitudes de material y el control de stock, y el resto de los procesos de negocio en salud. Es el caso del sistema Business Central de Arbentia, accesibles bajo el modelo de (SaaS), gestiona finanzas y contabilidad de los centros sanitarios de cualquier área de la salud y tamaño, que ya utiliza, por ejemplo, la red de HM Hospitales. El sistema permite la integración de los ERPs con el HIS (Sistema de Información Hospitalaria), es uno de los retos conseguidos en los procesos de digitalización en Salud.

Fernando González-Haba, director del área de servicios en Arbentia explica que “la pandemia ha acelerado la trasformación digital, su implantación y el cambio cultural, es decir, la aceptación entre profesionales y pacientes de las herramientas digitales”. El cambio de mentalidad debe avanzar entre los profesiones y los centros médicos, porque los datos lo avalan. Según el estudio global de Transcend Insights, "un 64% de los pacientes consultados afirmó estar usando un dispositivo digital y aplicaciones móviles para gestionar su salud, y esperan una facilidad de uso en estas experiencias digitales similar a la que se le ofrece por ejemplo en el ámbito retail. Un 71% consideraba que sería útil para su médico tener acceso a esta información como parte de su historial”, confirma González-Haba.

• Cloud y aplicaciones de gestión: El mismo cambio de mentalidad se ha dado tras la pandemia a la hora de implantar plataformas para la gestión integral de centros y consultas médicas, con módulos para agenda, historias clínicas, recetas electrónicas, videoconsultas médicas, y otras soluciones, como los sistemas de solicitud de citas o de recordatorio de las mismas vía SMS, que comenzaban a implantarse tímidamente antes de la crisis sanitaria, y se han generalizado desde 2020 en adelante.

Desde TheCUBE, Andrés Haddad nos tranquiliza sobre si la tecnología nos alejará del trato humano: “Lo que nos va a traer es justamente lo contrario, una hiper-personalización de los servicios para que cada persona sea tratada en función de lo que necesita, con una asistencia ajustada a su perfil y con un diagnóstico y seguimiento de los tratamientos más acertados. Debemos ayudar a personas mayores y vulnerables a acceder a estas tecnologías, hacerlas intuitivas, fáciles y sencillas es labor de todos”.

También habrá otros retos. Mireia Ollé advierte que este hiperdesarrollo tecnológico, “supone una mayor superficie de exposición y de dependencia de la tecnología, y cualquier problema (accidental o provocado) con impacto en los sistemas TI, lo tendrá en los pacientes. Para atajarlo son claves los sistemas de monitorización, arquitecturas redundantes, copias de seguridad, planes de contingencia y elementos de ciberseguridad que prevengan al máximo los incidentes y ayuden en la recuperación si se acaban produciendo, así cómo frenar a los que quieren usar la inmensa cantidad de valiosos datos para otros propósitos, con frecuencia delictivos”.