La inteligencia artificial, pieza fundamental en la lucha contra el cambio climático

El cambio climático es una realidad. Se trata de una de esas cuestiones que invitan a reflexionar y aunar esfuerzos en aras de construir un futuro más amigable, más sostenible y más saludable. Nos enfrentamos a un fenómeno con importantes repercusiones en los sistemas medioambientales, sociales, políticos y económicos a lo largo y ancho del globo. La mitigación del cambio climático junto con la adaptación y la resiliencia es, por tanto, crucial. Los esfuerzos para lograr emisiones netas cero de cara al 2050 serán esenciales, así como los esfuerzos para afrontar las consecuencias del cambio climático y para minimizar los daños resultantes. Y en este escenario, como no podía ser de otra manera, la tecnología ocupa un papel protagonista. La aplicación de la analítica avanzada y la inteligencia artificial (IA) a los retos climáticos ofrece una forma vital de lograr un cambio significativo en este momento crítico.

Según un nuevo informe de la AI for the Planet Alliance, elaborado en colaboración con Boston Consulting Group (BCG) y BCG GAMMA, el 87% de los líderes de los sectores público y privado que supervisan temas relacionados con el clima y la IA creen que esta es “un activo valioso en la lucha contra el cambio climático”. El informe, bajo el título How AI Can Be a Powerful Tool in the Fight Against Climate Change, aborda desde una perspectiva crítica y tecnológica las claves de la lucha medioambiental del siglo XXI.

¿Qué impide el cambio?

El documento con sello BCG parte de una encuesta realizada a más de 1.000 ejecutivos con autoridad para tomar decisiones sobre la inteligencia artificial y otras iniciativas relacionadas con el cambio climático. Así, el informe concluye que aproximadamente el 40% de las organizaciones pueden prever el uso de la IA como parte de su hoja de ruta en materia climática. Sin embargo, incluso entre estos expertos, existe un acuerdo generalizado que evidencia ciertas barreras significativas en lo que a la adopción de esta tecnología se refiere. El 78% de los encuestados cita la falta de experiencia previa en el uso de la inteligencia artificial como un obstáculo que se interpone entre sus objetivos con respecto al cambio climático. En esta misma línea, el 77% alega la disponibilidad limitada de soluciones de IA como un obstáculo mientras que el 67% señala la falta de confianza en los datos y análisis relacionados con la IA.

Extracto del informe presentado en un encuentro exclusivo con medios de comunicación.

"La capacidad única de la IA para reunir, completar e interpretar grandes y complejos conjuntos de datos significa que puede ayudar a las partes interesadas a adoptar un enfoque más informado y basado en los datos para combatir las emisiones de carbono y abordar los riesgos climáticos", ha asegurado Hamid Maher, director gerente de BCG y BCG GAMMA y coautor del informe, en un encuentro exclusivo con medios de comunicación en el que ha podido estar presente ComputerWorld.

Casos de uso de la IA

Según han explicado diferentes representantes del grupo BCG, los líderes mundiales pueden hacer uso de la inteligencia artificial de diferentes formas atendiendo a los resultados que se desean obtener: mitigación, adaptación y resiliencia y fundamentos. Cabe destacar que uno de los usos más importantes de la IA es la medición, reducción y eliminación de las emisiones y los efectos de los gases de efecto invernadero (GEI). Más del 60% de los líderes de los sectores público y privado ven el mayor valor empresarial para sus organizaciones en la reducción y medición de las emisiones. Según BCG, el uso de la IA puede impulsar reducciones de entre el 5% y el 10% de las emisiones de GEI o entre 2,6 y 5,3 gigatoneladas de CO₂ si se aplica a nivel mundial.

Extracto del informe presentado en un encuentro exclusivo con medios de comunicación.

La adaptación al cambio climático es una tarea fundamental para los responsables políticos y la sociedad civil, ya que aumenta la resistencia a los efectos de las tendencias climáticas a largo plazo y los fenómenos meteorológicos extremos. La IA es idónea para ayudar a proyectar los peligros relacionados con el clima, ya sea mejorando las proyecciones a largo plazo de fenómenos localizados como la subida del nivel del mar o mejorando los sistemas de alerta temprana de fenómenos extremos como los huracanes o las sequías. Asimismo cabe destacar que la IA puede utilizarse para apoyar los esfuerzos de investigación y educación sobre el cambio climático, ayudando a las partes interesadas a comprender los riesgos y las implicaciones que conlleva y animándolas a compartir lo que aprenden. Estos esfuerzos apoyan y magnifican el trabajo en curso hacia la mitigación, la adaptación y la resiliencia.

Llamado a la colaboración

En el ámbito del cambio climático existen multitud de usos críticos de la IA, pero cualquier solución de IA que tenga éxito debe ser fácil de usar y de fácil acceso. Debe ofrecer beneficios tangibles al usuario y proporcionar recomendaciones claras que sean fáciles de aplicar. Por lo tanto, las soluciones de IA necesitan un apoyo mucho más significativo, incluido el acceso a la inversión de capital, a los responsables de la toma de decisiones y a los profesionales capacitados.

“La IA es muy prometedora para ayudar a resolver la crisis climática, pero la IA por sí sola no es suficiente. Depende de la voluntad de los responsables de la toma de decisiones para actuar y realizar los cambios necesarios”

 

Damien Gromier, fundador de AI for the Planet

En este sentido AI for the Planet ha invitado a todas las partes interesadas a participar en su convocatoria de soluciones, con propuestas en cualquier fase de madurez (siempre que estén listas para un primer piloto, como mínimo) y de cualquier sector, ya sea privado, público, académico o sin ánimo de lucro. El apoyo a cada solución elegida se adaptará a sus necesidades y puede ir desde un apoyo comercial o técnico personalizado hasta relaciones con inversores y desarrollo de redes.