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La continuidad de las fusiones de las telcos, en el aire

La abogada general del Tribunal de Justicia de la UE ha solicitado una nueva revisión del veto de Bruselas interpuesto en 2016 en el marco de la fusión de O2, filial de Telefónica en Reino Unido, y Hutchison.

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Las telcos afrontan un nuevo varapalo; y es que la continuidad de las fusiones en el Viejo Continente pende de un hilo como consecuencia de la incertidumbre regulatoria. El tribunal de segunda instancia de la Unión Europea (UE) debería reconsiderar la sentencia contra el veto interpuesto por Bruselas en 2016 en el marco de la fusión de O2, filial de Telefónica en Reino Unido, y Hutchison. Así lo ha avanzado la asesora jurídica del alto tribunal. Y es que la abogada general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Juliane Kokott, ha recomendado la anulación de la sentencia del Tribunal General de 2020 para que “disponga una nueva sentencia sobre la disputa”. De esta forma las garantías de fusión de las telcos quedarían en el aire hasta, presumiblemente, comienzos de 2023.

Comunicado mediante, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha señalado que en las conclusiones presentadas, Juliane Kokott propone que se anule la sentencia del Tribunal General y que le sea devuelto el asunto para que se pronuncie sobre el litigio. La posición de la Comisión es contraria a estas uniones ya que las considera negativas para los consumidores en un contexto predominantemente monopolístico. En virtud de las mismas, el mercado de la telefonía queda reducido, lo que incide en los precios, la competencia y la innovación. Las operadoras, por su parte, aseguran que el mercado europeo está demasiado fragmentado y no tienen suficiente margen para ganar rentabilidad.

 

Caso español

Acotando la disyuntiva al caso español, la relevancia es significativa. El veto podría obstaculizar las condiciones de la fusión entre Orange España y MásMóvil por valor de 18.000 millones de euros. Aunque en caso contrario, podría desencadenar una oleada de fusiones a nivel europeo. La intención de fusión entre ambos se anunció en julio con el objetivo de crear la mayor compañía de telecomunicaciones española en número de clientes de telefonía móvil, con 31 millones de líneas, por delante de Telefónica, quien conservaría el liderazgo en volumen de ingresos.



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