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Fluidez y eficacia, retos de los presupuestos 2023 para digitalizar España

Desde el PERTE chip, la enseñanza robótica e informática, la digitalización del turismo y de las pymes, el impulso de la IA o la computación cuántica; España hace de los Presupuestos Generales del Estado 2023 la senda mágica del avance tecnológico de un país, al que solo le frenan la complejidad de sus procedimientos para que fluyan los fondos.

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España obtuvo 70.000 millones de euros de fondos europeos en ayudas no reembolsables y otros 7.700 millones que se sumarán próximamente para salir del bache después de la pandemia, y para la modernización y la digitalización de la economía. De ellos un buen pellizco se ha incorporado en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2023 que se han presentado el pasado mes de octubre.

De estos fondos europeos, las cuentas para nuestro país prevén una dotación de 25.156 millones procedente de las ayudas de la Comisión Europea, que se sumarán a las inyecciones de este año y el anterior que todavía no se han ejecutado. Según la ministra de Hacienda, la que hace los números, María Jesús Montero, España sigue siendo la economía "más avanzada" en cuanto a la recepción de fondos. "Ahora tenemos que acelerar", dijo en referencia a su ejecución.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros en la que se aprobaron los PGE, Montero ya avanzó que la partida global prevista para la investigación, desarrollo, innovación (I+D+i) del próximo año será de 16.328 millones de euros. La suma incluye tanto gastos financieros como no financieros de todos los ministerios vinculados a estas políticas, la mayoría relacionadas con lo “digital”. La ministra justificó el gasto dada la trascendencia de un sector que "ha ayudado a salir de situaciones como la causada por la pandemia".

A estas alturas de pospandemia ya nadie duda de que en el futuro se puede cambiar el tejido productivo de un país que busque y alcance un perfil tecnológico, y que su PIB deje de ser tan dependiente del turismo, la construcción y los servicios. La inversión presupuestaria en tecnología apunta a que esa es la intención del Ejecutivo; tecnologizar España. Los analistas coinciden en que la idea es buena, pero hay que hacerlo bien, sin derrochar, afinando las inversiones y de una manera más ágil de cómo se está produciendo hasta ahora.  

 

 

Según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, España es la economía más avanzada en la recepción de fondos europeos

 

 

El PERTE Chip, la estrella guía para el futuro de la industria TI

De este año no pasa. En 2023 se va a poner en marcha la primera convocatoria de ayudas para el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Microelectrónica y semiconductores, que fue aprobado por el Consejo de Ministros el 24 de mayo de 2022. De los 12.250 millones de euros a invertir durante cinco años, con los que está dotado el PERTE Chip, en 2023 ya se liberan los primeros 1.150 millones.

Ahí está ya España, creyendo en los microchips como la esperanza blanca de futuro para nuestra industria, porque “los semiconductores son un elemento básico en el proceso productivo de todos los sectores tecnológicos y en un contexto de transformación digital de la economía adquieren una importancia geoestratégica”, según la descripción oficial del Gobierno.

En efecto, hay esperanza en este PERTE. En un mundo globalizado en el que los chips son estratégicos, necesarios hasta para que funcione una cafetera, después de que su falta debido a la imposibilidad de hacerlos llegar desde Oriente hasta Occidente durante la pandemia fue aterradora para la industria, producirlos será garantía de renovación, rentabilidad e inversión de futuro. El objetivo de la UE es llegar en 2030 al 20% de la producción global de microchips en el continente, frente al 9% actual. 

Su importancia es tal que los 1.150 millones para el PERTE Chip son casi la mitad del presupuesto total de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales para 2023. De esos millones, 350 (un tercio) van a ir directamente a ayudar a empresas, sociedades privadas y comunidades autónomas. Pero arrancará con los primeros 80 millones que va a recibir la Sociedad Estatal de Microelectrónica y Semiconductores (Semys), que debe gestionar todo el proyecto.

El Semys depende de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y su Consejo de Administración nombró Comisionado Especial de la sociedad a Jaime Martorell Suarez, experto en el sector de la Microelectrónica y de las Telecomunicaciones. Martorell fue uno de los pioneros en Silicon Valley al fundar en 1983 la empresa de semiconductores Logic Devices. En 1987, volvió a España como director general de ATT Microelectrónica, en la fábrica de chips de Tres Cantos, en Madrid. Ha sido presidente de Motorola en España y Director General de ONO, sólo por mencionar algunos de los cargos que ha ocupado. Cuenta con una experiencia de más de 40 años en el lanzamiento y gestión de empresas tecnológicas a nivel internacional.

Hay dinero, hay talento, así que todo apunta a que se puede confiar en este gestor que espera “traer a España dos fábricas de chips en los próximos cinco años, el tiempo de vigencia del PERTE, reforzar las capacidades de diseño y producción de la industria de la microelectrónica y los semiconductores en España desde una perspectiva integral y favorecer la autonomía estratégica nacional y de la Unión Europea en este sector”, ha dicho.

Ya se ha producido un avance en ese sentido. Apenas hace unos días, la tecnológica Cisco ha anunciado que instalará en Barcelona su primer centro de diseño de microchips en la Unión Europea

 

Los 1.150 millones para el PERTE Chip son casi la mitad del presupuesto total de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales para 2023

 

Los fondos deben fluir con agilidad

Hay peros, por supuesto. Para Carlos Bofill, socio del área de Subvenciones e Incentivos de Deloitte Legal y miembro del Deloitte European Center for Recovery & Resilience, “la puesta en marcha del PERTE de Microchips supone una iniciativa relevante, necesaria y que llega en un momento muy oportuno en línea con la estrategia de la Comisión Europea, y con la Ley europea del Chip. Estamos a tiempo de materializarlo, aunque es previsible que la implementación práctica sea un reto dadas las limitaciones técnicas y regulatorias asociadas a la ejecución de los PERTE”.

Bofill destaca como lógico que para lograr una ejecución eficaz del PERTE, “será fundamental la colaboración público-privada” y se deberá “crear un ecosistema sólido que permita atraer a los grandes actores del sector de manera que los proyectos de inversión impacten de forma significativa en el rango más amplio posible de la cadena de valor, y que facilite un impulso duradero a lo largo del tiempo”.

Según este analista, hay dos grandes palancas de transformación en el contexto global: la sostenibilidad y la digitalización. En España, la transformación de nuestra economía tiene la oportunidad de contar con la puesta en marcha de los PERTE para este desafío y, “en concreto, el centrado en la industria de microchips impacta directamente en uno de los sectores transformacionales clave. Debemos aprovechar esta oportunidad para que sea un éxito”, asegura.

Este consultor experto en subvenciones e incentivos ve como dificultad para la materialización del PERTE Chip a superar la “idiosincrasia del sector y el complejo sistema de ejecución de los fondos. Es imprescindible que aprendamos de la experiencia de los PERTE precedentes para conseguir que la gran cantidad de fondos asignados a este proyecto estratégico se puedan distribuir de forma eficaz”.

Es un clamor entre los expertos que se necesita agilizar la forma y manera de reparto de ayudas estatales, desde el punto de vista normativo, administrativo y de procedimiento, para que las empresas interesadas en formar parte del ecosistema que necesita la fabricación de los chips obtengan los fondos. Hay dinero del Estado pero le cuesta mucho fluir como debe.

 

 

 

 "Es previsible que la implementación práctica sea un reto dadas las limitaciones técnicas y regulatorias asociadas a la ejecución de los PERTE

Carlos Bofill, socio del área de Subvenciones e Incentivos de Deloitte Legal 

 

 

 

Digitalización transversal en los PGE

Durante la presentación del próximo congreso cordobés, a mitad de este mes de noviembre, sobre el impacto de la digitalización en la sociedad, Francisco Hortigüela, director general de Ametic, ha ofrecido la opinión de la industria digital española sobre lo que significa que haya fondos trasversales para estas tecnologías: “Estamos viendo que la digitalización tiene aspectos muy positivos en la economía, en las empresas, en las administraciones y en la sociedad; pero tenemos que reflexionar sobre cómo conseguir que todos, absolutamente todos, se puedan beneficiar de este impulso. Nadie se puede quedar atrás. La digitalización bien utilizada puede ser una herramienta muy potente para cerrar las brechas existentes”, han explicado.

Por esa razón la Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, semanas después de la presentación de los PGE, ha presentado resultados y cifras de lo ya invertido, y ha adelantado partidas concretas de las inversiones que se realizarán ya en 2023. Artigas ha avanzado el lanzamiento del programa Generación Digital Pymes, en colaboración con la EOI y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, del que todavía no se sabe la dotación económica.

Lo que sí ha asegurado es la inversión de 20 millones de euros en computación cuántica, de 450 millones de euros en ciberseguridad en los próximos dos años para fortalecer el sector y seguir posicionando a España como líder porque, según el Ministerio, España es el quinto país más ciberseguro del mundo, y la financiación de 2023 a proyectos de emprendimiento femenino digital a través de la línea ENISA, con 51 millones.

Los PGE no solo apuestan por la tecnología a través del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. El Ministerio de Ciencia dispondrá de 3.991 millones euros en 2023, casi un 4% más que el año pasado. De estos millones, 2.610 se dedicarán al “estímulo a la política de investigación, desarrollo e innovación. Un factor esencial que contribuirá a ese cambio en el modelo productivo, y que constituye un pilar decisivo para el crecimiento económico son las políticas en Investigación, Desarrollo e Innovación, junto a la Digitalización". Unas políticas que en 2023 ha crecido un 22,8%, hasta los 16.328 millones de euros, según el proyecto de Ley de presupuestos.

Los presupuestos del Ministerio de Educación para 2023, aumentan un 6,6 % hasta los 5.345 millones de euros, y de ellos, el Programa Código Escuela 4.0 destinará 300 millones de euros con el objetivo de conseguir que todos los alumnos de Infantil, Primaria y Educación Secundaria Obligatoria aprendan los conceptos básicos de la programación informática y del pensamiento computacional. Además, se dotará a los centros del equipamiento necesario para poder desarrollar este aprendizaje, con robots educativos o placas de programación, entre otros.

Nada menos, y por fin.

Pero en materia educativa, la cosa no se queda ahí; Educación también dedicará 49 millones de euros de Fondos de Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) para financiar las actuaciones de Transformación Digital de la Formación Profesional y otros 121 millones para el Programa de Orientación, Avance y Enriquecimiento Educativo en centros de especial complejidad educativa (Programa #PROA+).

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo también tiene apartado de renovación TI, y en materia de I+D+i y Digitalización cuenta con 4.875 millones de euros, un 49% del total de los recursos.  En materia industria y de la pyme, 4.214 millones de euros se corresponden a partidas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que incluyen los planes de digitalización. En el área de Turismo, para la digitalización e inteligencia de destinos y del sector turístico se van a destinar 10 millones de euros para la inteligencia artificial aplicada al Turismo y 50,9 millones más para el Plan de Transformación Digital en destinos turísticos. El área de Comercio cuenta con el Fondo Tecnológico para el Comercio, dotado con 50 millones de €.

El Ministerio de Defensa, bajo el marco de la guerra de Ucrania, contará con un presupuesto global de 12.825 millones de €, de los que destinará 4.902 millones, destinados a inversiones de los programas especiales de modernización que, según el ministerio, “suponen un estímulo para las empresas que constituyen la Base Industrial y Tecnológica de la Defensa, una inversión en proyectos altamente tecnificados que contribuyen a la generación de empleo y a la cohesión territorial, ya que son desarrollados a lo largo de todo el territorio nacional” y tienen mucho que ver con proyectos relacionados con las TI en aviones, barcos y otras herramientas altamente digitalizadas.

Son buenas cifras. Pero si no se agilizan y flexibilizan algunos trámites administrativos y se suman nuevos equipos de gestores, va a seguir siendo lento y costoso continuar con el proceso de digitalización y conseguir que los proyectos estratégicos, como los PERTE, no tengan límites a la hora del desembolso del dinero que las empresas necesitan para implicarse en los mismos. Estos ajustes serían las claves para que todo ese potencial económico disponible desde el Gobierno llegara a cada sector, empresa y ciudadano, para realmente cumplir los objetivos de digitalización y modernización que nuestro país continúa necesitando.



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