Álvarez-Pallete vuelve a la carga instando a la desregulación de las telcos europeas

El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha aprovechado su intervención en el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos para reclamar la desregulación de las empresas de telecomunicaciones europeas. El objetivo no es otro que aumentar la competitividad e impulsar así la innovación en el Viejo Continente. “Europa debe contar con su propia agenda, es el momento de acelerar y definir dónde queremos estar en los próximos diez años”.

“Lo único que pedimos es que nos desregulen y nos dejen competir”, ha destacado. “Nos están regulando con reglas analógicas del siglo pasado, pero estamos en una nueva economía digital y jugando en desigualdad de condiciones”. Esta no es la primera ocasión en la que el mandamás del emblema nacional de las telecomunicaciones se pronuncia en este sentido; durante el Día del Inversor que Telefónica celebró el pasado 8 de noviembre, habló largo y tendido sobre la citada cuestión.

Álvarez-Pallete ha instado a la Unión Europea a impulsar un entorno favorable para las compañías europeas, especialmente para las tecnológicas y de telecomunicaciones, “dado el rol crucial que juega la economía digital en la competitividad y el liderazgo global”. En este mismo contexto, y en relación con la falta de competitividad, el ejecutivo ha puesto de manifiesto que Europa se está quedando rezagada respecto a China y Estados Unidos. “De las 50 compañías TIC más grandes del mundo por capitalización bursátil, solo cinco son de europeas y representan menos del 5% del valor total”.

Compromiso telco: inversión anual de 50.000 millones

En el marco de su intervención, el presidente de Telefónica ha incidido en la relevancia del Mercado Único europeo -el mayor mercado único integrado del mundo con 440 millones de ciudadanos, 23 millones de empresas y representativo del 15% de PIB global-. En este sentido se ha preguntado si Europa está aplicando los incentivos correctos en los ámbitos apropiados para poder impulsar la transformación y asegurar el futuro y la competitividad a nivel global.

A su entender, “el sector ha demostrado su compromiso con la innovación con una inversión anual de aproximadamente 50.000 millones de euros”. Esto, ha dicho, ha permitido la modernización de las redes para cumplir con la creciente demanda de servicios digitales, así como el desarrollo de nuevos y mejores productos y servicios y la apertura de nuevas oportunidades para la innovación tecnológica. Concluía evidenciando la necesidad “urgente” de fijar un marco regulatorio que favorezca la innovación, “que permita iniciativas disruptivas a las empresas, que fomente la innovación y elimine los obstáculos regulatorios”. Hacía especial hincapié en ámbitos como la computación en la nube y en el borde, la fibra y la tecnología 5G o el desarrollo de redes programables a través de API globales y estandarizadas.