España vuelve a sus niveles prepandemia de emprendimiento

El sector emprendedor en España está mostrando su resiliencia ante el difícil contexto económico actual. Así lo demuestra el último informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2022-2023, elaborado por Enisa, en colaboración con el Observatorio MAPFRE de Finanzas Sostenibles, cuyos resultados muestran que la actividad emprendedora española ha retornado a los niveles prepandemia, con un 6% de la población adulta embarcada en 2022 en un proyecto de este tipo con menos de tres años y medio de vida. 

Para José Bayón, CEO de Enisa, se trata de un resultado “que es espejo del espíritu emprendedor innovador que tenemos en nuestro país y que, sin duda, ya es admirado también desde el exterior por el talento del que sirve”. Además, un 9,4% de los encuestados tiene la intención de emprender en los próximos tres años, la cifra más alta desde 2012, lo que confirma, según Bayón, “un crecimiento de la actividad emprendedora similar al vivido tras la crisis financiera de 2008”.

Pero hay otra cara de la moneda que muestra un escenario no tan positivo. De los 48 países evaluados, España se encuentra entre los que cuentan con las peores condiciones de entorno para emprender. No obstante, los investigadores destacan los altos niveles de infraestructura física y de servicios y de la educación a la tienen acceso los emprendedores españoles. 

También se celebra la alta tasa de supervivencia de los proyectos emergentes. Ana Fernández Laviada, presidenta del Observatorio del Emprendimiento de España, explicó que “la actividad emprendedora en España es menor, pero más resistente que la de otros países, con las tasas de cierre más bajas de su grupo de países de referencia. Aunque sigue a la cola de sus países de referencia (países con ingresos altos) en la tasa de emprendimiento reciente (TEA), el porcentaje de cierres de empresas en España es el más bajo de su grupo, consolidando a este país como un entorno favorable para la supervivencia de las iniciativas emprendedoras”.

Diseccionando el emprendimiento español

El emprendimiento en España, según los resultados del GEM, se produce más entre las personas con niveles educativos superiores: el 9% de las personas con estudios universitarios tiene un emprendimiento, mientras que el 11% piensa hacerlo en los próximos tres años. En este ámbito, las mujeres con máster o doctorado son más tendientes a emprender que los hombres, y mientras más alto es el nivel educativo de sus fundadores, más alto es también el nivel tecnológico de su emprendimiento. En los últimos tres años, además, el nivel tecnológico e innovador de estos proyectos ha ido creciendo en España, sobre todo en aquellos destinados al sector de servicios a empresas (B2B). 

Otro dato que reveló el GEM es que el nivel de renta no es un condicionante para emprender, pero que las iniciativas españolas tienen una baja envergadura, ya que arrancan con menos capital que en otros países. De hecho, seis de cada diez proyectos comienzan con un capital semilla menor de 30.000 euros. Esto, sin embargo, facilita su financiación.

Lo que sí es condicionante es la edad. Los resultados del informe muestran que los emprendedores son generalmente personas con más edad. “Si no crece en el futuro el número de emprendedores y emprendedoras jóvenes, seguiremos manteniendo un perfil de emprendimiento envejecido y, por lo tanto, gozaremos de menos recorrido temporal que los países de referencia”, reflexionó Nuria Calvo Babío, directora técnica del proyecto GEM.

En cuanto a las empresas mismas, el estudio revela que la digitalización de los procesos comerciales era más común entre los emprendimientos más consolidados antes del COVID, pero que son aquellos liderados por personas más jóvenes los que supieron reaccionar mejor a la pandemia con tecnología y digitalización de sus operaciones.