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OpenAI en el ojo del huracán: Sam Altman es despedido como CEO y fichado por Microsoft

La junta directiva de la creadora de ChatGPT ha decidido quitar de en medio a su fundador por diferencias en torno al futuro de la inteligencia artificial y ha elegido a Emmett Shear, exCEO de Twitch, como su reemplazo.

Sam Altman, CEO de OpenAI, durante su comparecencia en el Congreso de EE.UU.
Sam Altman, CEO de OpenAI, durante su comparecencia en el Congreso de EE.UU.

Ha sido un fin de semana ajetreado para Sam Altman, fundador y, hasta ahora, CEO de OpenAI. En un movimiento inesperado, tanto para el propio Altman como para el resto de la industria, la junta directiva de la empresa detrás de ChatGPT ha decidido despedir a su líder y rostro de la inteligencia artificial (IA) generativa, justo cuando se cumple el primer aniversario de su popular chatbot y el inicio del auge de esta tecnología a nivel mundial. En medio de las presiones de sus accionistas para el retorno de Altman, Microsoft, el principal inversor de OpenAI, no tardó en ficharlo para liderar un nuevo equipo de investigación avanzada de IA.

La rebelión interna contra Altman se dio a conocer este viernes, cuando la junta directiva de OpenAI anunciaba su salida forzosa. "No tenemos confianza en su capacidad para seguir liderando OpenAI", comunicó la compañía, que anunciaba a la hasta ahora jefa de Tecnología, Mira Murati, como CEO interina. Ni Altman ni su mano derecha y cofundador de OpenAI, Greg Brockman, conocían de antemano la decisión, y al enterarse de la noticia, Brockman eligió su bando y renunció a la compañía.

Según ha trascendido, las razones detrás de esta abrupta decisión pasan por una diferencia de visión entre Altman y su junta directiva -sobre todo con el director de Investigación y Desarrollo, Ilya Sutskever- en torno al futuro de la IA generativa. OpenAI se fundó en 2015 como una organización sin ánimo de lucro que promovía la investigación segura y ética de la IA y que advertía del riesgo que supondría el control de esta tecnología por parte de las grandes multinacionales. Sin embargo, con la popularización de sus aplicaciones como ChatGPT y de su gran modelo de lenguaje (LLM) GPT, Altman la había transformado en una empresa con fines cada vez más comerciales. El punto de quiebre definitivo habría sido el reciente anuncio de una tienda de OpenAI para vender acceso a IA conversacionales basadas en ChatGPT.

 

Microsoft ficha a Altman

Mientras en los últimos días se conocían las presiones por parte de otros accionistas de OpenAI para el retorno de Altman a la compañía, este lunes, Microsoft, principal inversor de la empresa, anunció que el empresario se unirá a sus filas junto a Brockman para liderar un nuevo equipo de investigación avanzada de IA.

Así lo anunció el mismo Satya Nadella, CEO de Microsoft, en X. "Nos complace enormemente compartir la noticia de que Sam Altman y Greg Brockman, junto con otros colegas, se unirán a Microsoft para dirigir un nuevo equipo de investigación avanzada en IA. Esperamos actuar con rapidez para proporcionarles los recursos necesarios para su éxito”, dijo.

Además, aprovechó la ocasión para confirmar su compromiso con OpenAI, empresa en la que invirtió 10.000 millones de dólares en enero de este año y con la que ha impulsado sus propias soluciones de IA generativa. “Seguimos comprometidos con nuestra asociación con OpenAI y confiamos en nuestra hoja de ruta de productos, en nuestra capacidad para seguir innovando con todo lo que anunciamos en Microsoft Ignite y en seguir apoyando a nuestros clientes y socios", agregó.

En paralelo al fichaje de Altman en Microsoft, OpenAI también anunciaba nuevos cambios en su cúpula directiva: Mira Murati sería reemplazada como CEO interina por Emmett Shear, exCEO y cofundador de Twitch.



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