La reducción de costes sigue condicionando los proyectos de externalización TIC
"Un proceso no se externaliza si verdaderamente no existe un coste menor". Con estas palabras, Miguel Ángel Melero, CIO del Grupo Lar, dejó claro en el encuentro de Outsourcing 2006 uno de los principales objetivos para la viabilidad de un proceso de externalzación: la reducción de costes. Por ello, "un proyecto cuyo coste sea inferior al millón de euros no debe externalizarse, ya que no alcanzará los ahorros previstos", aseguró.
Las reticencias
Pero, ¿por qué provoca el offshore tanta desconfianza si los servicios son especializados, de calidad, de bajo coste y la localización es transparente para el cliente final? Miguel Ángel Melero, que antes de ocupar la dirección de sistemas del Grupo Lar trabajó en el mundo de la consultoría, afirmó que los principales inhibidores están muy ligados a las exigencias que “debe cumplir un cliente antes de afrontar un proyecto de outsourcing”. De hecho, señaló que “son muy pocas las empresas que desarrollan una completa definición del servicio que quieren externalizar”. A esto se suma que “el mecanismo de outsourcing está muy estandarizado y el cliente, en muchos casos, no está dispuesto a asumir esta rigidez”.
Por otra parte, Melero reconoció que “el offshore sigue siendo una práctica habitual entre empresas multinacionales, debido a su visión global”. No ocurre lo mismo entre las empresas medianas, ya que priorizan “la deslocalización en su país de origen, siendo el salto a otro país lo más difícil de realizar”, afirmó.