El modelo de trabajo híbrido se asienta en las grandes tecnológicas

Los trabajadores de Apple solo tendrán que acudir a las oficinas centrales tres días a la semana a partir del próximo día 5 de septiembre. Así lo ha confirmado el consejero delegado del gigante tecnológico estadounidense, Tim Cook, en una carta remitida a la plantilla. “Los equipos que participen en el programa piloto vendrán a la oficina tres días a la semana con martes y jueves como días establecidos en toda la empresa, pero ahora sus equipos decidirán el tercer día que vengan”, aseguraba. Este nuevo modelo híbrido adaptado supone una actualización del anunciado el pasado junio del año 2021 cuando la multinacional planteó la obligación de acudir a las oficinas los lunes, martes y jueves de cada semana, dejando abierta la posibilidad de teletrabajar los miércoles y viernes. Así, según subrayó el consejero delegado, ahora muchos empleados tendrán la opción de trabajar de forma remota dos días a la semana y, dependiendo de su función, también la de trabajar de forma remota hasta cuatro semanas al año.

Una modalidad imperante

A diferencia de lo que ha ocurrido en otros sectores en los que sí se ha instado a la plantilla a regresar a las oficinas de manera 100% presencial, el modelo híbrido parece haberse convertido en la opción estrella para las grandes tecnológicas. Esto no solo se debe a la capacidad técnica que este tipo de compañías tiene, sino que al haber aplicado medidas de flexibilidad para sus trabajadores antes de la pandemia, son mucho más proclives a mantenerlas y adaptarlas. Sin embargo, la nueva flexibilidad anunciada por Apple todavía peca de cierto encorsetamiento en comparación con los planes de acción de otros competidores del sector.

Ese es precisamente el caso de Meta al convertirse en la única que, tras la crisis sanitaria acaecida por la COVID-19, ha mantenido la posibilidad de teletrabajo de manera indefinida. La portavoz de la compañía, Tracy Clayton, declaró a The Wall Street Journal que “cómo trabaja la gente es mucho más importante que desde dónde trabaja”. Este también era el parecer de Google hasta que, recientemente, comunicó a su plantilla en Estados Unidos que desde abril se pondría en marcha un modelo híbrido de 3+2, similar al de Apple. “Equilibra lo mejor de volver a verse en persona con poder estar en cualquier lugar, donde los equipos convencionales pueden reunirse intencionadamente para colaborar y conectar en la oficina y pasar otros días de trabajo desde el lugar que mejor les convenga”, apuntaba el escrito firmado por el responsable de prestaciones para los empleados de Google, John Casey.

El caso de Amazon, además de ser el más extremo en términos de flexibilidad para sus trabajadores, tiene en cuenta la particularidad de cada uno de sus empleados. Y es que son estos quienes pueden pactar de manera individual sus condiciones con el responsable de cada área. “En una empresa de nuestro tamaño no existe un enfoque único sobre cómo funciona mejor cada equipo. Esperamos que algunos continúen trabajando principalmente de forma remota, otros en alguna combinación y otros decidirán que los clientes están mejor atendidos si el equipo trabaja principalmente en la oficina”, admitía públicamente el consejero delegado de la firma, Andy Jassy.