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Las telcos europeas ejercen presión para implementar los costes de red compartidos en la región

Deutsche Telekom, Orange y Telefónica se suman a otras trece entidades para impulsar los costes de red compartidos con las ‘Big Tech’ en la Eurozona alegando cuestiones como la crisis energética y el cambio climático.

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Los costes de red compartidos protagonizan un nuevo debate en la Eurozona. Deutsche Telekom, Orange y Telefónica se suman a otras trece entidades con el fin de impulsar una “contribución justa a las redes de telecomunicaciones en Europa”. Entre los motivos que han alegado las telcos en esta ocasión se encuentran la crisis energética que sacude la región y se ha visto intensificada en los últimos meses o los objetivos de cambio climático planteados por la Unión Europea (UE). Un movimiento que se produce cuando la Comisión Europea se prepara para abrir líneas de diálogo con las partes involucradas antes de llevar a cabo una propuesta legislativa que podría obligar a las Big Tech a ayudar a financiar el despliegue de 5G y cables de fibra en los 27 países miembro.

 

Una medida de presión

El sector, que invierte anualmente alrededor de 50.000 millones de euros en infraestructura, necesita más financiación urgentemente. Así lo transmitieron los máximos representantes de las operadoras en un nuevo intento por ejercer presión para implementar la medida en territorio europeo. “Los costes de las obras de planificación y construcción están aumentando. Los precios de los cables de fibra óptica, por ejemplo, casi se han duplicado en el primer semestre de 2022. De igual manera, las tendencia al alza en los precios de la energía y en los precios de otros insumos también están golpeando al sector de la conectividad”, defendieron.

“La acción oportuna es imprescindible: Europa se perdió muchas de las oportunidades que ofrece Internet para el consumidor. Ahora debe fortalecerse rápidamente”, continuaron. Sin embargo, para que esto ocurra y se mantenga en el tiempo, “creemos que los mayores generadores de tráfico deben hacer una contribución justa a los importantes costes que imponen actualmente a las redes europeas”. Y es que, dicen, gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, Meta o Netflix representan más de la mitad del tráfico de Internet y deberían asumir parte del coste de la actualización de la infraestructura.

 

Disconformidad

Grandes jugadores como Deutsche Telekom, Orange y Telefónica se han venido quejando durante mucho tiempo de que los rivales tecnológicos se aprovechaban de sus redes. Una denuncia y una continuada acción de lobby que bien valió la pena cuando la Comisión Europea confirmó a principios de año que propondría una legislación antes del 2023 que obligase a los rivales tecnológicos a financiar en parte los costes de la red. No obstante, tal y como se preveía, este anuncio ha causado una retahíla de quejas. En primer lugar, las Big Tech han rechazado las solicitudes impulsadas por las operadoras asegurando que ya están invirtiendo en equipos y tecnologías para entregar contenido de manera más eficiente.

Al carro se ha sumado la MVNO Europe –asociación de operadores de redes virtuales móviles- afirmando que tales movimientos podrían causar más daño que bien. "Tememos que las contribuciones sugeridas a la inversión en la red perjudiquen seriamente la competencia en los mercados de telecomunicaciones, perjudiquen directamente a los MVNO y, en última instancia, perjudiquen tanto a los consumidores como a los usuarios comerciales", aseveraron recientemente. En este sentido merece la pena recalcar que los MVNO (operadores de redes virtuales móviles) no poseen infraestructura de red, sino que se aprovechan de rivales más grandes para brindar sus servicios a sus clientes. "La materialización de las sugerencias en la legislación podría conducir a la interrupción de los mercados de tránsito e interconexión que actualmente funcionan de manera competitiva sobre la base de prácticas comerciales bien establecidas", dijo el grupo.

"Esta propuesta podría tener el resultado no deseado de que los servicios de red de los principales proveedores de telecomunicaciones no solo se paguen dos veces (por los clientes y por los proveedores de contenido y aplicaciones), sino incluso tres veces (es decir, también por los operadores alternativos, que sin embargo ya están pagando tarifas de acceso a la red)", concluyó.



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