Centro de datos

¿Dónde se almacenan tus datos?

El ritmo de crecimiento de los datos plantea un reto en cuanto almacenamiento y espacio pues, aunque en ocasiones pensemos que son intangibles, toda esa información que nos rodea se guarda en lugares físicos de grandes dimensiones.

Lefdal Mine Datacenter

Vivimos inmersos en la era de los datos y éstos nos rodean allá donde imaginemos. Hoy casi todas nuestras acciones generan una cantidad ingente de datos: horas y horas de streaming, correos electrónicos, navegación por la web, así como lo que está aterrizando como el 5G, o el internet de las cosas que van a multiplicar aún más ésta cantidad. Ante esto, es inevitable preguntarse: ¿dónde se almacenan estos datos?

El ritmo de crecimiento de los datos plantea un reto en cuanto almacenamiento y espacio pues, aunque en ocasiones pensemos que son intangibles, toda esa información que nos rodea se almacena en lugares físicos de grandes dimensiones

Hay que tener en cuenta que la ubicación de los data centers es importante pues cuanta menos distancia tengan que recorrer los datos, menos latencia necesitan. No obstante, alrededor del mundo podemos encontrar centros de datos en lugares cuanto menos inverosímiles

“Es habitual que algunas compañías apuesten por ubicar los centros de datos en zonas frías o remotas, tanto por cuestiones de eficiencia energética como por la necesidad de espacios con muchos metros cuadrados para poder albergar sus servidores. Sin embargo, el edge computing y la necesidad de estar más cerca del usuario para proporcionar una baja latencia, están llevando a las empresas del sector a buscar soluciones en las proximidades de los principales núcleos urbanos”. explica Theresa Bobis, directora para el sur de Europa de Decix. 

La ubicación de un data center, es fundamental y alrededor del mundo podemos encontrarlos en lugares que nunca hubiéramos imaginado. Entre muchas ubicaciones, De-cix recopila cinco de los más peculiares:

  • Minas. Si hay un aspecto indispensable para los centros de datos esa es la refrigeración, la cual supone un reto en torno a la eficiencia y el gasto energético de estos edificios. Un servidor requiere estar operativo sin interrupciones las 24 horas del día, lo cual genera altas temperaturas que perjudican su correcto funcionamiento. Ante estas condiciones, en Noruega han encontrado una solución efectiva a este reto: instalar el data center en una antigua mina. El mejor ejemplo de ello es el Lefdal Mine Datacenter. Una mina reconvertida con 120.000 metros cuadrados se refrigeran gracias al agua de los fiordos noruegos y toda la energía que utiliza procede de fuentes renovables. En España, si bien aún no hay casos como estos, si que se están llevando a cabo iniciativas para imitar este proyecto en las minas de la zona de Asturias.
     
  • Iglesias: En Helsinki, Finlandia, la catedral ortodoxa Uspenski albergaba bajo sus cimientos un refugio antiaéreo de la II Guerra Mundial, que con el paso de los años ha cambiado de utilidad y ahora se ha convertido en un centro de datos. De nuevo es un lugar donde la temperatura se mantiene fría y además, el calor que emiten se absorbe y se distribuye por el sistema de calefacción de la zona, que ofrece energía suficiente para 500 hogares. Otro caso lo encontramos en la capilla de Salem en Leeds, Reino Unido, que en 2001 dejó de ofrecer misa y pasó a convertirse en un centro de datos.
     
  • Bunker:  En 2008 se abrió en Suecia el Bahnhof Pionenun, un centro de datos ubicado en un antiguo búnker nuclear de la época de la Guerra Fría. Éste está situado a 30 metros bajo tierra y está custodiado por una puerta de acero de 40 cm de grosor. Además de este, la compañía Interxion va a reconvertir una antigua base de submarinos de la Segunda Guerra Mundial situada en Marsella en uno de sus centros de datos, aprovechando la estructura y la seguridad con la que fue construido.
     
  • Datos casi congelados. Una de las compañías más grandes del planeta, como es Facebook decidió instalar un data center en el Círculo Polar Ártico, en la ciudad sueca de Lulea. El sistema se beneficia de la baja temperatura del aire exterior para refrigerar el interior y así depende en menor medida de generadores adicionales. 
     
  • Bajo el agua. Dado que más de la mitad de la población mundial vive a menos de 200km de la costa, el mar es un buen lugar para almacenar datos. Así Microsoft está desarrollando un proyecto piloto de data center sumergible en la costa de Escocia

 



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