La resiliencia de la cadena de suministro de semiconductores, a debate
Estados Unidos ha convocado una reunión preliminar con los países de Asia oriental integrados en el grupo de trabajo ‘Chip 4’ para abordar los desafíos derivados de la cadena de suministro, según ha avanzado Taiwán.
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La sintonía entre Estados Unidos y Taiwán en materia de semiconductores marca buen ritmo a pesar de la tensa relación que la potencia norteamericana mantiene con China como consecuencia de la carrera por el liderazgo tecnológico y la soberanía de los semiconductores. De hecho, recientemente, la Administración Biden aseguraba que mantendría conversaciones con el Estado insular el próximo mes de octubre para discutir una nueva legislación nacional en materia de chips. Ahora, ambas potencias vuelven a coincidir. Y es que, según ha avanzado un funcionario de Taiwán, Estados Unidos habría convocado una reunión preliminar con los países de Asia oriental integrados en el grupo de trabajo Chip 4. Una cita que pondría sobre la mesa cuestiones como la resiliencia de la cadena de suministro de semiconductores y la cooperación transfronteriza para plantar cara a los desafíos que supone. En este contexto cabe mencionar que la alianza Chip 4 surge como una unión estratégica entre grandes potencias de semiconductores -como son EE.UU, Taiwán, Japón y Corea del Sur- para mejorar la para impulsar la cooperación en el diseño y la producción de semiconductores avanzados.
Colaboración transfronteriza
La escasez mundial de chips ha logrado causar en los últimos dos años grandes estragos en las cadenas de suministro globales, obligando incluso a los fabricantes de automóviles a detener la producción, con el consiguiente impacto que esto supone. Desde entonces, Taiwán rearmó su estrategia situando en el centro de sus prioridades la gestión de la cadena de suministro. Un modelo que fue replicado por diferentes gobiernos en todo el mundo, incluidos nombres propios que conforman la alianza Chip 4.
Sobre la citada primera reunión, el ministro de Economía de Taiwán, Wang Mei-hua, aseguró en Taipéi que “intercambiamos puntos de vista y esperamos que todos puedan discutir cómo colaborar en el futuro en problemas de la cadena de suministro como los que encontramos recientemente". Al citado encuentro se unieron actores clave en el tablero actual: TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), el fabricante de chips por contrato más grande del mundo; Corea del Sur Samsung Electronics y SDK Hynix, La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, aseguró que su nación se comprometía a garantizar que sus socios tengan suministros confiables de semiconductores o "chips democráticos", e instó a los aliados a impulsar la colaboración en medio de las amenazas intensificadas de China.
Tensiones China-Taiwán
El origen de la tensión entre la República Popular de China y Taiwán, a pesar de su cercanía, idioma y cultura, radica en el régimen político. A un lado del estrecho, Pekín lidera una China comunista de 1.300 millones de habitantes bajo la batuta de mando de Xi Jinping y el respaldo del Partido Comunista chino; al otro, Taipéi dirige una república democrática con 23 millones de habitantes bajo el saber hacer del Partido Progresista Democrático que capitanea Tsai Ing-wen. Y ante esto, un acercamiento parece imposible. De hecho, tras la reunión acaecida, China no dudó en mantenerse firme asegurando que, “gobernando democráticamente, Taiwán es su propio territorio”. Un reclamo de soberanía que ha vuelto a ser tumbado por el Gobierno de Taiwán que prefiere un acercamiento con la administración norteamericana.