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“En el mercado de 'cloud' está todo por hacer”

En España, según Isaac Hernández, sólo el 5% de las cargas de trabajo de las organizaciones están en la nube. “Está todo por hacer y por definirse”, asegura el responsable para Iberia del tercer mayor hiperescalar del mundo. El directivo aboga por un ‘cloud transformacional’ sustentado en la analítica de datos y la IA por el que apuesta Google Cloud y que, argumenta, le diferencia de sus rivales.

Isaac Hernández
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Esther Macías / Imagen: Juan Márquez

 

Google Cloud fue el primer hiperescalar en abrir una región de nube en España, concretamente en Madrid, en mayo de 2022. El proyecto arrancó con más de 100 clientes, aunque durante este primer año la compañía ha superado los mil, como es el caso del gigante financiero Caixabank. Sobre la marcha del negocio de la compañía en España y los últimos avances de la tecnológica en inteligencia artificial, entre otros asuntos, Isaac Hernández, director general de Google Cloud para Iberia, ha charlado con ComputerWorld.   

 

El tiempo vuela y ya ha pasado un año desde que anunciaron la esperada región cloud de Google en España. ¿La evolución del proyecto ha sido como esperaban?   

Ha sido un año apasionante y el proyecto ha crecido mucho, más de mil clientes usan nuestros servicios cada día. Los clientes han agradecido que las infraestructuras estén en este país de forma local, primero por las características técnicas que conlleva (el hecho de que puedan tener un milisegundo de latencia entre sus sistemas y nuestros centros de proceso de datos) y segundo porque se sienten más cómodos de que los datos residan en nuestro territorio.  

 

¿Era necesario este proyecto para animar a los clientes a confiar en la nube? ¿Qué opina de estrategias de tecnológicas como Oracle que, además, ha abierto una empresa específica en España para proyectos de nube soberana?  

No hace falta y menos en el territorio español. Tenemos algunos casos en los que Google sí ha hecho alguna joint venture con alguna compañía en otros países donde la regulación lo pedía específicamente, pero no es el caso de la Unión Europea.

Lo que hacemos para que los clientes se sientan más cómodos trabajando con nosotros es, por un lado, que los datos estén localizados en el país y, por otro, contamos con toda una estrategia de soberanía digital por la cual los clientes pueden encriptar la información y que las claves no las tenga Google sino una tercera empresa o ellos mismos. Recientemente hemos obtenido la certificación por parte del Centro Criptológico Nacional de que nuestro motor de soberanía digital y encriptado de claves cumple con todos los requerimientos legales a nivel nacional. Tambien tenemos un nivel alto en el Esquema Nacional de Seguridad. Hemos querido convertir nuestra estrategia cloud en un valor diferencial. No solo cumplimos con la regulación sino que vamos más allá para que los entornos especialmente regulados y delicados (el sector financiero o de salud) se sientan seguros a la hora de desplegar sus soluciones en nuestra tecnología. Un ejemplo internacional es que el propio Gobierno de Israel trabaja con nosotros.  

 

¿En la región de España qué tipo de empresas y sectores predominan?  

Hay un abanico amplio. Curiosamente tenemos como clientes a fabricantes de software que han desplegado soluciones SaaS [de software como servicio] encima de nuestra región. Un ejemplo es SAP Rise, si un cliente quiere utilizar esta variante lo puede hacer directamente en los centros de datos de Madrid. Otro es MongoDB o las soluciones de almacenamiento de NetApp, que también están disponibles en nuestros entornos de forma que cuando un cliente contrata estas soluciones se le suministran, de forma transparente, desde nuestra región cloud de Madrid.  

El segundo bloque de clientes son aquellos con necesidades técnicas específicas, por ejemplo, empresas que están trabajando con determinados proveedores de bases de datos o con determinado tipo de soluciones y para las que la latencia es importante. Y después hay muchas más empresas que, simplemente, prefieren optar por nuestra nube en España. No hay ninguna regulación que exija que el dato tenga que estar ubicado aquí, pero la realidad es que muchas empresas lo prefieren porque les aporta tranquilidad.   

 

Es un factor puramente psicológico entonces. 

Así es.  

 

 

"No hay ninguna regulación que exija que el dato tenga que estar en España pero la realidad es que muchas empresas lo prefieren porque les aporta tranquilidad"

 

 

Hablemos de la competencia y esto implica hacerlo de AWS, el jugador del modelo de cloud pública por excelencia que, según los últimos datos de este año de Synergy Research, tiene un 32% de cuota del mercado de infraestructura en la nube, seguido por Microsoft Azure con un 23% y, finalmente, por Google Cloud con un 10%. ¿Cómo ve a estos rivales? ¿Algún día Google Cloud podría subir del tercer podio del mercado de cloud pública?  

En el mercado cloud está todo por hacer. Los analistas dicen que el 20% de las cargas de trabajo de las organizaciones están en la nube, pero mi opinión personal es que en el territorio español el porcentaje es inferior al 5%. Por tanto, está todo por definirse y cloud se encuentra ahora en una fase totalmente distinta. Empezó para mover un determinado tipo de infraestructuras y máquinas virtuales de unos servidores de trabajo locales a otros en la nube sin que esto implicara mucha transformación de las aplicaciones, pero, en la actualidad, con el avance de la inteligencia artificial y la tecnología de datos, está emergiendo lo que nosotros llamamos el ‘cloud transformacional', que es el que de verdad ayuda a las empresas a cambiar sus modelos de negocio y trabajar de una forma distinta. Aquí despuntamos porque Google es una compañía fundamentalmente de big data y llevamos invirtiendo en inteligencia artificial como nadie porque la necesitábamos para nuestros productos y servicios. Esto es lo que lo clientes perciben respecto a otras nubes u otras soluciones.  

 

Además de los hiperescalares, Google Cloud tiene otros competidores en la nube como Oracle o IBM. ¿Cómo los ve?  

Con muchas de estas empresas en realidad lo que hay es colaboración. Oracle e IBM son importantísimas multinacionales con una gran presencia en los clientes y muchas veces tenemos que cooperar porque muchos, un ejemplo es CaixaBank, tienen también tecnología nuestra. De forma que competimos en algún tipo de soluciones pero colaboramos en otras para, por ejemplo, ejecutar cargas de trabajo de sus soluciones en nuestra nube.  

 

Muchos CIO están preocupados por la gestión económica del modelo cloud. Algunos nos dicen que se han ‘bajado’ de la nube tras haber visto cómo se disparaban los costes. ¿Se han encontrado con estos casos?  

No tenemos clientes que se hayan bajado de la nube, pero sí hay muchos sensibilizados con la gestión del coste, sobre todo mediante metodología FinOps; de hecho, les ayudamos, es una de nuestras propuestas porque en el mundo del cloud el pago es por uso y queremos tener clientes a largo plazo. Es más, hemos sido disruptores en este mundo; recuerdo que cuando en la nube se cobraba por hora, nosotros fuimos los primeros en cobrar por minuto y luego en segundos. Ayudamos a los clientes desde todos los puntos de vista: el económico, la propia gestión de cloud, el cumplimiento de la regulación, la seguridad...  

Por otro lado, percibimos en muchos clientes la tendencia a multicloud, que evita el famoso vendor lock-in, y tenemos que ayudarles a gestionar varias nubes y cambiar entornos de una nube a otra.  

 

 

"No tenemos clientes que se hayan bajado de la nube, pero sí hay muchos sensibilizados con la gestión del coste"

 

 

Desde luego el modelo multicloud es todo un desafío...  

Es un cambio de paradigma.   

 
Y un cambio cultural para los equipos de TI.  

Ese es el gran inhibidor de la nube. Si el modelo cloud no va todavía más rápido, si sólo un 5% de las cargas de trabajo están en la nube en España es por un tema de falta de conocimiento y de cambio cultural.   

 
¿Es muy inferior esta adopción respecto a otros países?  

Sí, estamos por debajo, sobre todo en algunos sectores como la Administración, donde el gasto en cloud está en la prehistoria, aunque ahora está haciendo pasos interesantes como facilitar que los procesos de compra contemplen la tecnología en la nube, algo que hasta ahora no se podía. Hay sectores y empresas que están al 20% de la adopción de cloud, otros al 1% y otros (las nativas digitales) al 100%. Pero, en general, el mercado ha asumido que la computación tradicional on prem no es la mejor forma de proteger la información ni de ser sostenible, flexible y ágil.  

 
Han firmado recientemente un relevante acuerdo con Caixabank. ¿Qué supone este para Google Cloud?  

En nuestro último Google Cloud Summit [celebrado en Madrid a mediados de junio], que tuvo una asistencia de 2.500 personas, los verdaderos protagonistas del evento fueron los propios clientes. Tuvimos 32 grandes empresas que colaboraron y compartieron sus historias con nuestra tecnología, como Caixabank, MAPFRE, BBVA, Telefónica, MásMóvil, Vodafone, Mercadona, Carrefour, DIA, García Carrión... Son muchas referencias y todas ellas con impacto positivo en sus negocios utilizando las tecnologías de Google Cloud.  

 

Sin duda, uno de sus focos es la banca. Hace años Google se hizo famosa en España porque BBVA apostó por sus servicios cloud. En octubre del pasado año, firmaron también un acuerdo con el Banco Santander para comercializar un servicio de migración de mainframe. También trabajan, como veíamos, con CaixaBank... ¿Cómo ve este segmento en particular?  

Es un sector muy intensivo en el uso de datos y de las TI y ha visto en Google Cloud capacidades que le pueden ayudar. Por ejemplo, a CaixaBank le ayudamos con su nueva plataforma de gestión de datos y todo lo relacionado con analítica avanzada e IA. Recientemente han apostado por nosotros para una solución de IA aplicada a la gestión masiva de documentos (Document AI).  

Con Banco Santander también tenemos un acuerdo con una tecnología nuestra que se llama Dual Run que está basada en unas soluciones que se desarrollaron inicialmente en esta entidad y permiten hacer downloding de los mainframes. Además de reducir el coste por transacción, esta opción aporta mayor agilidad a los equipos de desarrollo de aplicaciones y está generando mucho interés en todas las empresas que tienen mainframe (cuya gran mayoría son de servicios financieros). Santander es el primer cliente y ahora estamos extendiendo a otros la solución.   

 

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"El cambio cultural y la falta de conocimiento son los grandes inhibidores de la nube" 

 

 

 
Google Cloud hace gala de ser muy sostenible. ¿A los clientes les preocupa este asunto cuando les contratan?  

Sí. No es algo universal pero sí hay grandes clientes que ponen a la misma altura la digitalización que la sostenibilidad y, desde luego, ser sostenible es un factor diferencial y algo por lo que Google ha apostado desde el principio. Somos neutrales en emisiones de dióxido de carbono desde 2007 cuando nadie hablaba de estas cosas, solo compramos energía renovable desde 2017 y tenemos otro reto aún más ambicioso: ser libres de carbono 24/7 para 2030. La sostenibilidad es una de las razones para adoptar la nube y ya no es un tema que hablan solo los CIO: los propios CEO han entendido que con cloud pueden ser más sostenibles y responsables con el planeta. 

 

¿Cómo marcha el negocio en la filial? 

En todo el mundo, en nuestro primer trimestre facturamos 7.500 millones de dólares y esto nos convierte en el quinto fabricante de software empresarial más grande del mundo, con un crecimiento del 28% [la entrevista se realizó antes de que se desvelaran los datos del segundo trimestre, que ascienden a 8.031 millones y un incremento del 30%].

La nuestra es la nube pública que más crece y detrás de estos números hay clientes con nombre y apellidos que están apostando por nuestras soluciones. Seguimos invirtiendo mucho y la región de Madrid no es ni mucho menos una excepción. Ahora tenemos 37 regiones distribuidas en todo el mundo con 130 centros de datos y acabamos de abrir Catar, hemos abierto un segundo data center en Turín, el año pasado abrimos París, también estrenaremos un segundo centro en Berlín... Estamos cumpliendo lo que se esperaba de nosotros y con el compromiso que adquirimos con el negocio de cloud, para el que el viento sopla cada vez más a favor porque todas las empresas tienen en marcha su viaje a la nube o, mejor dicho, multinube, porque apuestan por tener distintos proveedores. Y en este escenario Google llega de mano de la innovación y con capacidades muy diferenciales en big data e inteligencia artificial.  

 

Es cierto que todas estas tecnologías crecen, pero la realidad es que muchas empresas del sector han anunciado despidos este año, Alphabet lo hizo en enero y afectan a unos 12.000 empleados, el 6% del total del grupo. ¿Cómo encajan estos despidos en el contexto actual y, en concreto, en la filial española?    

Google cumple 25 años de vida este mes de septiembre y nunca hemos tenido que pasar por un proceso como este, que es mucho más habitual en otras compañías. El proceso se ha ejecutado por completo y, en lo que se refiere al área de Google Cloud, apenas ha tenido impacto en España; de hecho, lo que prevemos es crecimiento, es un área estratégica para Google que le permite la diversificación de sus ingresos y que ya supone un 11% de la facturación total de Alphabet; además, es la división que más crece, de forma que necesitamos más talento, de modo que seguimos contratando y reclutando a los mejores profesionales.  

 

 

"El proceso [de despidos] se ha ejecutado por completo y, en lo que se refiere al área de Google Cloud, apenas ha tenido impacto en España; de hecho, lo que prevemos es crecimiento"

 

 

¿El porcentaje de crecimiento del 11% es extrapolable a España?  

Sí. Además, la compañía también ha crecido a través de adquisiciones interesantes como la de Mandiant, el líder mundial de ciberseguridad en inteligencia de amenazas. Es más, en España tenemos equipos de esta compañía trabajando para los principales clientes de diferentes sectores.  

  

Hablaba de la inteligencia artificial, este, sin duda, es el año de esta tecnología, con el auge en concreto de la IA generativa, ¿cómo trabaja Google en este sentido?  

Recuerdo estar en California y hablar con ingenieros que estaban haciendo IA basada en machine learning o en deep learning para Youtube desde 2012, cuando nadie hablaba de este tipo de cosas. En los últimos años, la tecnología Alphago y Alphafold han sido protagonistas de algunas de las disrupciones más interesantes, por ejemplo, cuando la famosa IA ganó al campeón mundial del juego Go, algo que se pensaba que no iba a suceder hasta dentro de muchos años, o cuando hace dos años un equipo de Google Deepmind, nuestra filial de IA, consiguió predecir las estructuras que tendrían las proteínas, un logro que habría llevado 4.000 años al ser humano y que hemos conseguido hacer en apenas unas semanas.  

De modo que llevamos mucho tiempo invirtiendo en inteligencia artificial. Respecto a la IA generativa, también hemos sido precursores; todas estas tecnologías se basan en una llamada Transformers que fue desarrollada en Google junto con la Universidad de Toronto en 2017; hace dos años ofrecimos en nuestro Google I/O los primeros motores conversacionales y, para nosotros, es una apuesta. 

Tenemos más de 3.000 personas haciendo solo I+D avanzado en IA y hoy contamos con un porfolio muy avanzado de soluciones que hemos ido compartiendo con los clientes para ayudarles en la nueva generación de chatbots, de inteligencia artificial para los centros de atención al cliente, en la mejora de productividad de los empleados (porque hemos integrado la IA generativa en nuestras soluciones Gmail, Google Docs y otras soluciones de productividad). La IA para el mundo del consumo está muy bien y en la compañía se trabaja en ello con productos como Bard, pero en Google Cloud trabajamos para que las empresas puedan capitalizar la IA en sus productos y servicios.  

También estamos trabajando en los grandes modelos de lenguaje (LLM). Tenemos cuatro que los clientes podrán integrar en sus soluciones y, a la vez, hemos lanzado ya algunos enfocados especialmente a desarrollo de código, para automatizar esta tarea. Asimismo, lo aplicamos a la creación musical y al mundo de la traducción. Y ofrecemos estas soluciones con la garantía absoluta de que los datos son los del cliente, de que los modelos se optimizan únicamente para este. Los clientes podrán tener las ventajas de la IA generativa pero evitando los problemas que se derivan de esta, que se equivoca y genera alucinaciones, lo que exige entrenarla con un corpus de datos mucho más preciso.  

   

 

"En Google Cloud trabajamos para que las empresas puedan capitalizar la IA en sus productos y servicios"  

 
 

 

¿Perciben una demanda de esta tecnología por parte de los clientes de España?  

Sí, es una realidad, casi cada día estamos hablando con clientes que quieren conocer cómo les podemos ayudar en este sentido. Hay mucho interés, ya no de los CIO sino de los CEO sobre cómo estas tecnologías pueden ayudar a optimizar la cuenta de resultados, a entrar en nuevos negocios, a expandirse internacionalmente...  

 

El ‘padrino’ de esta tecnología, el británico Geoffrey Hinton, dejó su puesto en Google –donde trabajó más de una década– y ahora advierte de los peligros que los nuevos sistemas generativos tienen para la sociedad... ¿Qué opina?  

Hay que ver las cosas con perspectiva. Él es un magnífico profesional que ha estado con nosotros durante años y ha aportado muchísimo, pero ahora está en otra fase de su vida, esa es en realidad la razón de su marcha. Es cierto que ha expresado que hay que ser cauteloso con la inteligencia artificial, pero eso también lo comparte Google. 

En la compañía mostramos hace ya dos años este tipo de IA generativa; no la hemos lanzado antes porque efectivamente todavía produce errores. El acercamiento de Google a la IA se basa en dos pilares: por un lado, creemos que va a tener mucho impacto y va a ayudar mucho a las personas y a las empresas pero, por otro, sabemos que su desarrollo y su uso debe hacerse de forma responsable. Fuimos los primeros liderando este mercado en tener unos principios de uso de la IA ya en 2018 y nuestra estrategia es abierta: hablamos con los gobiernos y con otros fabricantes de tecnología para asegurarnos de que la IA aporte todas sus ventajas pero minimizando los riesgos que su uso también conlleva.   

 
Lo que cambiará con estas tecnologías, parece, es la forma de trabajar de los empleados...  

Sí, el mundo de la productividad empresarial se verá significativamente impactado por estas nuevas herramientas. Vienen tiempos muy interesantes. Siempre se ha pensado en la automatización y la digitalización para ayudar a los empleados de cuello azul, los operarios de las fábricas y otros trabajadores similares, como pasó en la revolución industrial. Pero ahora este tipo de innovaciones nos va a ayudar a aumentar la productividad a los profesionales que trabajamos con el conocimiento; podremos automatizar las partes más mecánicas de nuestro trabajo sin dejar de aportar nuestro criterio humano.   

 
Cambiando de tema, ¿se esperaba el auge que está teniendo España, y Madrid en particular, como hub digital?  

A nosotros no nos sorprende, de hecho, fuimos los primeros en lanzar la región y siempre hemos creído en el potencial que Madrid ofrece. La Península Ibérica puede jugar un papel interesantísimo de cara a hacer un hub digital internacional y, por este motivo, hemos desplegado cables submarinos que entran por Bilbao y conectan la Península Ibérica con Inglaterra y Estados Unidos. También tenemos uno que conecta Portugal con África.   

Como digo, el emplazamiento geoestratégico que tenemos en España es relevante pero, además, hay mucho talento; este nos ha ayudado a anunciar el nuevo centro de ciberseguridad de Málaga, a montar un centro de inteligencia artificial junto a la Universidad de Granada, a realizar inversiones energéticas importantes (hace unos meses anunciamos una planta de energía solar en Toro, Zamora) y a abrir oficinas en Barcelona. 

España es un territorio muy interesante con una calidad de vida muy amplia que atrae talento. Muchos ingenieros de Google ven a España, y en concreto a Madrid, Barcelona o Málaga, como un lugar muy interesante para realizar su trabajo.  

 

 

"El emplazamiento geoestratégico de España es relevante pero, además, hay mucho talento. Este nos ha ayudado a anunciar el nuevo centro de ciberseguridad de Málaga, a montar un centro de IA con la Universidad de Granada, a realizar inversiones energéticas importantes y a abrir oficinas en Barcelona"

 

 
Aún no se ha inaugurado el centro de ciberseguridad de Málaga, ¿cuándo estará operativo? ¿Forma parte de Google Cloud?  

Arrancará este año. Sí forma parte de Google Cloud. El origen está en la compra de la empresa malagueña VirusTotal hace más de 10 años; su fundador, Bernardo Quintero, quiso que el equipo siguiera trabajando para Google desde esta ciudad y lo están haciendo especialmente bien, se han ganado el respeto de toda la compañía. De hecho, VirusTotal es una de las soluciones que ofrecemos dentro de Google Cloud, aunque no es la única de este tipo; además, muchas de las soluciones de seguridad de la compañía se desarrollarán desde Málaga en el nuevo centro de ciberseguridad, que dará servicios de excelencia al resto de Europa y del mundo.  

 
¿Cuántas personas trabajarán en este centro?  

Centenares de ingenieros. Ojalá nos quedemos cortos en previsiones.  

 
¿Cuántos, por cierto, son en Google Cloud en España?  

No puedo compartir el dato, ni siquiera lo desvelamos a nivel internacional, pero es la división que más ha crecido en la compañía no solo en ingresos sino en personal.  

 
¿Qué está pasando con el teletrabajo en Google? ¿Lo permiten en la actualidad?  

La política de Google siempre ha sido apostar por que los empleados vayan al trabajo, creemos que es la mejor forma de asegurar la innovación, evitar los silos en la organización y facilitar que la gente coopere y colabore entre los distintos equipos. Esa es la razón por la que nuestras oficinas siempre han sido muy agradables. 

La pandemia puso encima de la mesa un nuevo modelo de trabajo, pero seguimos apostando por el presencial; esto no quiere decir que nuestros empleados no puedan seguir trabajando en remoto, de hecho, pueden, dependiendo, claro, de las funciones que tengan en la organización. En concreto, en el área de tecnología de Google Cloud los empleados pueden trabajar desde donde quieran, no hay una obligación para que vayan a la oficina. Dicho esto, claro que nos gusta que vengan.  

 
Está a punto de cumplir 10 años en la compañía, ¿qué balance hace de este periodo?  

He tenido la suerte de trabajar también para otras compañías como Vodafone o Microsoft, pero sinceramente creo que Google es diferente; es una compañía centrada en las personas. Además, el proyecto empezó más pequeño pero la apuesta ha sido importante, hemos podido multiplicar el equipo por decenas y el volumen de negocio por más de cien, esto es fascinante y la sensación que tengo es que aún está todo por hacer. La transformación digital no ha hecho sino empezar y por delante vienen cosas tan interesantes como la aplicación masiva de la inteligencia artificial o lo que la computación cuántica pueda traer a nuestras empresas.  

 

 



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