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“La IA equilibrará la balanza hacia la creatividad, lo que supondrá un esfuerzo adicional”

El presidente de Microsoft España revela cómo la compañía originaria de Redmond apuesta por la conjugación de la inteligencia artificial y la ciberseguridad en su hoja de ruta para reafirmarse como socio confiable en el mercado. Así arrancan el curso.

Alberto Granados
Alberto Granados, presidente de Microsoft España, durante la entrevista concedida a ComputerWorld en el marco del #Santander37 celebrado por Ametic. Créditos: ComputerWorld.

Tras su intervención en el 37º encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones de Ametic, y la consiguiente ovación del público concentrando en paraninfo de El Real Palacio de La Magdalena, Alberto Granados se sienta frente a ComputerWorld dispuesto a poner en valor los avances de la compañía que capitanea desde que fuera nombrado presidente de la filial española allá por 2021. Desde entonces, la carrera empresarial por avanzar al compás de la innovación tecnológica no le ha concedido ni un respiro.

El directivo retoma el curso este mes de septiembre con la ciudad de Santander como telón de fondo y “muchísimo entusiasmo”. “Acabamos de terminar un año donde hemos sido reconocidos como la mejor subsidiaria a nivel mundial, una distinción que no habíamos obtenido nunca, pero que de alguna manera nos ha motivado. Ver como se reconoce el impacto que hemos tenido en la generación de empleo, en todo el ecosistema de partner, la acogida de las iniciativas que hemos puesto en marcha en diferentes campos como la sostenibilidad, nos permite encarar el año con muchas ganas”. Este, dice, es un momento “supermotivacional” para todos.

 

IA y ciberseguridad: apuesta a caballo ganador

Al poner el acento sobre la estrategia de negocio, Granados lo tiene claro, Microsoft España prioriza en su hoja de ruta la inteligencia artificial (IA) y la ciberseguridad como pilares fundamentales. Una apuesta inequívoca a caballo ganador, especialmente con los tiempos que corren. “La IA, y en particular, la IA generativa, está aquí para quedarse”, afirma el presidente de la tecnológica originaria de Redmond (Washington, Estados Unidos). Precisamente por este motivo, dice, están incluyendo en todas sus suite de productos y soluciones el concepto de copiloto. El término que presentó en sociedad el CEO global de Microsoft, Satya Nadella, meses atrás, cala en el portfolio de la tecnológica hasta la raíz. “No entendemos la IA como un reemplazo, queremos que te acompañe en las diferentes tareas que puedas diseñar, que haga algo que tú ya venías haciendo en milisegundos”. Su objetivo no es otro que impulsar la productividad, por lo que constituye, hoy día, “el gran apartado para nosotros”.

También concentrarán sus esfuerzos e inversión en la ciberseguridad, “es y sigue siendo una de las grandes prioridades corporativas”, reconoce. “Desde el punto de vista de la inversión en ciberseguridad, somos una de las grandes compañías destacadas, tanto en el ámbito de las personas como en el de la propia tecnología”. Sin embargo, el gran reto, el desafío mayúsculo y su gran baza estratégica reside en aunar estos dos conceptos. “Entrelazar la IA con la ciberseguridad es un área clave. En esta guerra asimétrica contra los malos, poder emplear la IA como un copiloto que ayude a los SOC, a los departamentos ciber y a los CISO a saber que está ocurriendo es crucial para reaccionar más rápido”.

Todo ello, continúa, debe ir acompañado de un enfoque anclado en la dignidad del dato, el respeto por la privacidad de la información y también del algoritmo. “Esto es algo que llevamos incorporado en nuestro ADN”, defiende Granados. Ejemplo de ello, recuerda, el anuncio del EU Data Boundary, una iniciativa para reducir los flujos de datos almacenados en la nube fuera de las fronteras de la Eurozona. Además, incide, la compañía demostró su compromiso hace unos meses junto al Gobierno de España al repatriar al Viejo Continente los datos que los escolares españoles habían generado durante la pandemia. “Son datos, no hablamos desde el punto de vista de la imagen corporativa, es un hecho factual”. Esto, considera, les está brindando una credibilidad “enorme” frente a socios estratégicos.

 

Enfoque holístico: ¿valor diferencial?

El enfoque holístico por el que apuesta Microsoft España impide a Granados dar cifras sobre el peso de las dos carteras en el negocio. “Es difícil medirlo porque la IA y la ciberseguridad están embebidas en todos los productos”. Lo que han hecho, detalla, es que a través de la plataforma Azure Open AI, los servicios y las aplicaciones que se cimientan por encima lo utilicen. “En los últimos meses hemos hecho una serie de anuncios frenéticos de copilotos aplicados a todos los escenarios; y más allá, aplicados a diferentes roles dentro de una empresa”. Por ello, confiesa, la influencia es “absolutamente global”. Al ser preguntado si esta perspectiva integral es seña del valor diferencial frente a sus competidores en el mercado, Granados redirige el foco. Para el directivo está relacionado con la credibilidad para ser una “aproximación empresarial”.

“El enfoque que estamos exportando es, como decía anteriormente, el hecho de respetar la dignidad del dato, no somos una compañía en cuyo ADN esté monetizarlo”. Eso, insiste, además de la profesionalización del uso de la IA. “Somos una compañía fiable desde el punto de vista empresarial; nuestra filosofía va desde las grandes compañías del IBEX 35 hasta la pyme. Democratizamos el acceso para que cualquiera pueda utilizar algoritmos para atender a sus clientes”. Algo que hacen bajo dos premisas: que sea fácil de usar y que sea económico.

 

Transformación de las relaciones humanas e impulso a la creatividad

Mucho se habla del impacto presente y futuro de la IA; sin embargo, para Granados, este ha de ser medible. De hecho, confiesa, “lo estamos trabajando con Forrester y otras consultoras externas. Ya tenemos publicados datos del retorno de la inversión de un 284% y payback del orden de menos de seis meses”, asegura. Teniendo esto en consideración, su recomendación es que siempre que se emprendan proyectos en este campo tengan un ángulo económico, de negocio, ya que los beneficios están ahí. “Los números son alucinantes”. Sin embargo, al igual que las cifras crecen a medida que avanzan las posibilidades de la IA, también lo hacen el miedo y el temor de los empleados a ser sustituidos por esta tecnología. En este sentido, Granados echa balones fuera. “Ninguna de las compañías con las que estamos trabajando en esto se ha planteado un despido de gente”. En ocasiones, apostilla, incluso están contratando personal porque pueden asumir más clientes y acceder a una mayor cuota de mercado.

En este escenario, Microsoft ha llevado a cabo un análisis a cerca de 31.000 compañías con múltiples empleados a nivel mundial, cuyos resultados se han presentado en el informe World Trend Index. Un documento que aborda el comportamiento de los usuarios en el uso de la tecnología. “El 64% del peso de los resultados recae sobre las herramientas de comunicación como el mail, es decir, tareas que simplemente quitan tiempo; el otro 57% se corresponde con herramientas de creatividad”, detalla Granados. Tal y como se puede observar, la balanza está descompensada. “La idea es que la IA consiga rebalancear eso para que los trabajadores tengan más tiempo para crear, co-crear, hablar con la gente e interactuar”.  Una maniobra que redefinirá las relaciones sociales y laborales y que conlleva un cambio neurológico, de comportamiento. Para Grandos esto es “interesante”, “al contrario de lo que se dice, vamos a volvernos mucho más humanos, tenemos que ser mucho más empáticos”. Esto, defiende, será un reto. “Ser más creativos requiere un esfuerzo adicional”.

En Microsoft, la creatividad y el desarrollo innovador ocupan un espacio “enorme”. “Es el área donde estamos trabajando más a través, por ejemplo, de iniciativas como los hackathones”. “Desde la llegada de Satya [Nadella, director ejecutivo de Microsoft] hemos buscado fomentar la creatividad, abrirnos al mercado para ser precisamente más creativos. No es solo una creatividad interna, sino una co-creatividad con otros partner para el desarrollo de soluciones diferentes”, dice. El mayor ejemplo en este sentido, rememora Granados, es el partnership con OpenAI, la compañía que firma ChatGPT.

 

Retos en el horizonte

Para Granados, hay dos retos que se intuyen mayoritariamente en el horizonte: la brecha de talento y la adopción integral de la IA en la esfera corporativa. “Es necesario estimular el talento para poder abordar esta ola tecnológica”. En España, apunta, existe una alta carencia de profesionales, alrededor del 46% de las organizaciones no encuentra el talento necesario, por lo que la formación es clave. Desde Microsoft España lo que están haciendo en este sentido es anunciar nuevas iniciativas para formar “de manera gratuita” a más profesionales. Por ejemplo, hace hincapié el presidente de la filial española, “recientemente hemos anunciado una iniciativa para poner a disposición del  mercado cursos de IA generativa”.

Por otro lado indica hacia la adopción empresarial de la IA. Debe sustentarse sobre cuatro patas estratégicas: la propia tecnología, estrategia de negocio, cultura organizacional y responsabilidad corporativa. “El reto consiste en que la gente entienda que esto no es una prueba de concepto, que ya existe, no es anecdótico”. Para Granados esta es una oportunidad de oro para “crear un entorno muchísimo más productivo con un impacto enorme en el PIB”.



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